Los alrededores de la Casa Blanca, en Washington DC, se convirtieron este domingo por la noche en escenario de enfrentamiento entre manifestantes y policías, algo que el senador republicano Marco Rubio calificó como "un ataque calculado contra el símbolo más famoso del gobierno estadounidense".
Los sucesos en los alrededores de la casa presidencial se iniciaron en un parque y se tornaron violentos, lo que llevó a la policía a usar gases lacrimógenos para dispersar el tumulto.
Las protestas en Washington DC tuvieron lugar a pesar del toque de queda que decretó la alcaldesa Muriel Bowser en el distrito de Columbia desde las 11 de la noche del domingo 31 de mayo hasta las 6 de la mañana del lunes 1 de junio. Según su cuenta oficial en Twitter se activó también a la Guardia Nacional para apoyar al Departamento de Policía Metropolitana de DC.
Los hechos dejaron una insólita imagen con la mayor parte de las luces exteriores de de la Casa Blanca apagadas.
La jornada se saldó, además, con un incendio en el edificio AFL-CIO, en 16th Street NW; y una estructura adicional en el Parque Lafayette, cerca de la Iglesia de San Juan estaba en llamas.
Mientras ocurrían las manifestaciones violentas en la capital estadounidense, el senador republicano Marco Rubio escribía en su cuenta de Twitter: "Lo que estás viendo ahora frente a la Casa Blanca no se trata del Sr. Floyd o la injusticia racial. Es un ataque calculado contra el símbolo más famoso del gobierno estadounidense por parte de extremistas antigubernamentales violentos y radicales que se aprovechan de las protestas".
Tanto estos disturbios como varias manifestaciones pacíficas en Estados Unidos tienen su origen en la muerte de George Floyd, un afroamericano que fue inmovilizado durante varios minutos por un agente que lo retuvo con la rodilla en el cuello.
El suceso ha desatado una ola de protestas, que en algunos lugares se ha convertido en actos de vandalismo y saqueo a centros comerciales, lo que obligó a algunos estados a declarar un toque de queda y la intervención de la Guardia Nacional.
Sin embargo, no todas las protestas han sido violentas. En Miami-Dade, donde se decretó también un toque de queda por las acciones de vandalismo y violencia asociadas a las manifestaciones, un grupo de policías se unió a los actos pacíficos que piden el fin del racismo en Estados Unidos y mejores tratos para la comunidad afrodescendiente.
La muerte de Floyd ha tenido repercusión internacional y en Londres se registraron protestas en la plaza Trafalgar Square para rechazar la brutalidad policial en el Reino Unido, especialmente contra las minorías vulnerables.
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