El Ayuntamiento de la ciudad de Minneapolis votó este viernes a favor de una reforma inmediata en su Departamento de Policía que prohíbe los estrangulamientos por parte de los agentes.
La medida se tomó tras la muerte del afroamericano George Floyd la semana pasada en esa ciudad, después de que el oficial Derek Chauvin presionara su rodilla contra el cuello de la víctima, que estaba sometida en el suelo.
Esta reforma también exige a los agentes intervenir cada vez que vean un uso no autorizado de la fuerza contra cualquier ciudadano, explicó la cadena NBC News.
La iniciativa fue votada por unanimidad, pero aún debe ser sometida a la aprobación de un juez.
La víspera, el alcalde de Minneapolis, Jacob Frey, afirmó que "la justicia para George requiere no solo una rendición de cuentas por el hombre que lo mató, sino del liderazgo elegido para plantear reformas estructurales profundas".
Derek Chauvin, el policía responsable de la muerte de Floyd, fue arrestado y enfrenta cargos de asesinato en segundo grado y homicidio involuntario.
Los otros tres oficiales involucrados en la detención del hombre de 46 años fueron despedidos y luego acusados de ayudar e incitar al asesinato, según las denuncias penales presentadas por el estado de Minnesota.
Trascendió a raíz de estos sucesos que desde principios de 2015, los oficiales del Departamento de Policía de Minneapolis han dejado a al menos 44 personas inconscientes con restricciones en el cuello, según un análisis de los registros policiales realizado por la cadena NBC News.
Otras ciudades del país han tomado iniciativas similares luego de las protestas masivas en el país contra la violencia policial y el racismo.
La policía de Dallas, Texas, determinó que los agentes también deben intervenir cuando un compañero de policía esté usando fuerza excesiva.
El jefe de policía de la ciudad, Reneé Hall, dijo que la orden "deber de intervenir" será obligatoria para todos los policías jurados y no juramentados de la ciudad, según un comunicado emitido el jueves por la noche.
El nuevo orden general, dijo el departamento, está destinado a crear una cultura para evitar otra muerte como la de George Floyd.
Asimismo en Charlotte, Carolina del Norte, el departamento de policía agregó a sus políticas que los oficiales deben tomar medidas en situaciones en las que "su falta de acción resultaría en una respuesta excesiva a la resistencia o un comportamiento atroz que conmociona la conciencia".
La gobernadora de Michigan, Gretchen Whitmer, también pidió el miércoles a los departamentos de policía de su estado promulgar el "deber de intervenir" en sus políticas.
Este viernes la alcaldesa de Washington, Muriel Bowser, rebautizó una calle frente a la Casa Blanca como "Black Lives Matter Plaza" e hizo pintar el eslogan en enormes letras amarillas sobre el pavimento, un acto que desafía y critica la respuesta militarista de Donald Trump a las protestas contra la brutalidad policial en Estados Unidos.
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