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En la oriental ciudad de Santiago de Cuba se realizó un evento donde varias entidades de la provincia mostraron la construcción experimental de jaulas para la cría de pollos y codornices, como alternativa a la crisis alimentaria que ya afecta esa urbe cubana.
Asegura una nota publicada en el periódico local que varias entidades mostraron sus prototipos de jaulas, entre ellas la Empresa de Equipos Médicos, la Unidad Empresarial de Base, “Cecilio Sánchez Valiente”, perteneciente a la Empresa Integral de Servicio Automotor (EISA), y Soluciones Tecnológicas de la Industria Ligera (Estil), Conformadora 30 de Noviembre y Suministros Agropecuarios.
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Tan amplia presentación de entidades y prototipos para la cría de aves hace que uno se pregunte si existe en esa oriental urbe tal capacidad productiva para la construcción de dichas jaulas, ¿por qué desde antes no se ha hecho más cuando Cuba habla de lograr la utópica y anhelada soberanía alimentaria?
Al mismo tiempo, no pocos ciudadanos de la urbe se preguntan si este es solo el inicio del regreso de un nuevo período especial, duro recuerdo de los años 90 del pasado siglo cuando muchas familias convirtieron patios en criaderos de animales, entre ellos los pollos, como única vía de a duras penas satisfacer las necesidades de proteína.
Aunque la nota publicada por el periódico local, en su versión web, no asegura explícitamente que la venta de dichas jaulas sea a la población, sí habla de “política de comercialización a seguir, una vez que los niveles productivos lo permitan”, lo que permite especular que un posible destinatario sea la población.
A raíz del aislamiento provocado por el Coronavirus en Cuba, desde la oriental ciudad de Santiago ha habido reportes de la escasez de alimentos, de grandes colas para comprar en las tiendas recaudadoras de divisas y la venta de módulos alimenticios que no satisfacen en lo más mínimo las necesidades familiares.
Ahora, en el pórtico de una posible crisis en Cuba, donde muchos auguran una extrema escasez de alimentos, no es inusual que el Gobierno aliente a la población a que ellos mismos cultiven sus patios y jardines, o críen animales en los hogares, un viejo fantasma de los años 90 que parece regresar.
No obstante, existen regulaciones legales que prohíben la cría de cerdos en las zonas urbanas de Santiago de Cuba, incluso en los llamados poblados cercanos, con lo cual muchos se preguntan si se flexibilizará ese instrumento legal en tiempos donde la escasez se abalanza sobre las personas.
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