El ministro de la Industria Alimentaria en Cuba, Manuel Sobrino Martínez, explicó que al Estado le resulta difícil distribuir alimentos como la langosta y los camarones porque el país está en una situación compleja.
"Si nos damos el gusto de comer langosta y camarones faltará la leche de los niños", comentó durante el programa Mesa Redonda de este miércoles..
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"No renunciamos a comérnoslo (...). No es que nosotros decimos que los cubanos no tenemos derecho a eso. Nosotros sí aspiramos a eso, a poderlo tener disponible para todos los cubanos, pero tenemos que tener conciencia de que estamos en una situación compleja", añadió.
Sobrino Martínes dijo que este tipo de alimentos era necesario dejarlos a la importación.
"Vamos a estar pasando más trabajo con un grupo de productos que hay que garantizar con este dinero", dijo, al reiterar que e necesaria la exportación para sostener la canasta básica.
El funcionario también reconoció como aspecto en el espacio televisivo el poco consumo de pescado en la población cubana, en un país rodeado por agua y donde cada ciudadano consume por debajo de los cuatro kilogramos al año.
“Es un tema en el que hay que trabajar”, dijo y agregó que actualmente se trabaja en dos programas de desarrollo de la actividad pesquera, tanto en la plataforma como en la acuicultura, de los cuales en los próximos meses se darán más detalles.
El ministro cubano explicó que el Minal produce al año 2,5 millones de toneladas de alimentos, el 30% de ella se destina a la canasta familiar normada, 25% a comercio y gastronomía, 20,5% a consumo social, 13% al turismo, 10% a cadenas de tiendas y 1,5% a exportaciones.
Sostuvo además que solo en la producción de seis de los productos de la canasta básica (leche en polvo, pollo, trigo, harina, aceite y soya) el país gasta diariamente 1,6 millones de dólares.
A inicios de año, Manuel Santiago Sobrino al visitar la Empresa Pesquera Industrial La Coloma, en Pinar del Río, pidió a los trabajadores aumentar la producción para satisfacer las demandas del mercado exterior.
Según datos oficiales, los ingresos del régimen cubano procedentes de la exportación de langostas y camarones alcanzan la cifra de 63 millones de dólares.
La langosta es de esos platos escasos en la mesa del cubano, y su pesca es considerada una ilegalidad. Recientemente las autoridades cubanas confiscaron una tonelada y media de langosta a 4 presuntos pescadores furtivos en la Isla de la Juventud, de acuerdo con una nota difundida por la prensa oficialista local el sábado.
No obstante, de este producto alimenticio gozan las altas élites del país, como es el caso de la hija de Raúl Castro, Mariela Castro, a quien el pasado año se le vio en fotos degustando una langosta en un espectacular apartamento frente al Malecón habanero, algo que causó no poca polémica entre los cubanos.
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