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El Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH) pidió este domingo al gobierno y a la intelectualidad oficialista de Cuba el cese de la represión contra el Movimiento San Isidro y la liberación de todos los presos políticos.
Un comunicado de la entidad responsabiliza al gobernante Miguel Díaz-Canel y al primer ministro Manuel Marrero Cruz con la suerte de los huelguistas de hambre.
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“Cuba vive un momento complicado, de represión política y desabastecimiento alimentario, el peor de todos los escenarios posibles”, y el gobierno debe dedicar todos sus esfuerzos a realizar reformas políticas y económicas, y no a reprimir, indicó el OCDH.
“Hacemos un llamado a todos los miembros de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) a que se pronuncien por el cese de la represión contra el colectivo de jóvenes artistas. Callar es sinónimo de complicidad en estos momentos”, subrayó el comunicado de la organización, con sede en Madrid.
Denis Solís, miembro del Movimiento San Isidro (MSI), fue condenado recientemente a ocho meses de prisión por un supuesto delito de desacato, el cual la dictadura castrista justificó en que el rapero expulsó de su casa a un policía que invadió su propiedad privada, sin permiso del dueño y sin estar amparado en una orden judicial, recordó el OCDH en su nota.
La condena de Solís y los once actos de repudio contra miembros del Movimiento San Isidro fueron el detonante de la huelga de hambre que mantienen, desde hace cuatro días, varios integrantes de la asociación independiente, en su sede de La Habana Vieja, precisó.
Desde el lunes pasado, están sitiados por oficiales y efectivos de la Seguridad del Estado, que han promovido agresiones químicas y tolerado que un intruso irrumpiera en el inmueble martillo en mano y amenazando a los huelguistas y a sus acompañantes, señala la declaración.
El Movimiento San Isidro, que ha recibido la solidaridad de políticos extranjeros y de otros opositores y activistas anticastristas, se autodefine como una organización de vanguardia con incidencia en la protección, promoción y defensa de los derechos civiles y culturales de los cubanos, y ninguno de sus integrantes rebasa los 50 años de edad.
Actualmente, 123 cubanos cumplen diferentes condenas de cárcel por motivos políticos, según datos del OCDH, que lleva diez años monitoreando violaciones de los derechos políticos y civiles en Cuba.
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