La ministra cubana de Finanzas y Precios, Meisy Bolaños Weiss, llamó a enfrentar a quienes intenten aprovecharse del proceso de reordenamiento monetario para subir los precios en el ámbito minorista.
En una intervención durante la reciente sesión de la Asamblea Nacional, la funcionaria arremetió contra los que aumentan los precios de los productos, a los que calificó de parásitos.
“Estamos ante un escenario en el que se va a producir una devaluación y un incremento de los costos, pero cuando estamos hablando de combatir, de enfrentar, de aplicar medidas rigurosas y de no permitir el abuso y el parasitismo. Porque los que incrementan los precios desmedidamente son parásitos y es lo que no podemos permitir”, expresó con vehemencia.
La dirigente olvida que es el Gobierno quien subirá los precios de todos los artículos y servicios esenciales.
Según explicó el jefe de la Comisión de Implementación y de los Lineamientos, Marino Murillo Jorge, la canasta básica, que incluye alimentos y productos de aseo, además de servicios como la electricidad, el teléfono, el agua potable y el transporte, podrá costar 1528 pesos por persona.
Los datos han alarmado a la población, que teme que incluso con el incremento planificado de los salarios y las pensiones, no pueda llegar hacer frente a esos números.
El propio Murillo reconoció que los alimentos que no se venden en las bodegas –que son la mayoría–, son caros, “pero la solución no aparecerá de un día para otro y habrá que ir tomando medidas poco a poco”.
A todo ello habrá que sumarle la eliminación de los subsidios a casi todos productos normados, a excepción de unos pocos como el yogurt natural, la carne de dietas médicas y el picadillo de res normado, que por ahora mantendrán los precios actuales.
Por otra parte, habría que recordarle a la ministra Bolaños Weiss que el Gobierno comercializa en sus establecimientos muchos productos a precios incluso más elevados que los que tienen esos mismos artículos en países ricos.
Así sucede en las tiendas en Moneda Libremente Convertible (MLC), que ofertan bienes de primera necesidad al doble o al triple de lo que cuestan en lugares como España, donde el salario mínimo es 30 veces mayor que el de los cubanos.
Recientemente una habanera compró en uno de estos locales alimentos con el sello de la tienda española El Corte Inglés.
“Nunca fui a comprar comida al Corte Inglés viviendo en España. Ahora, viviendo en Cuba, me veo obligada a hacerlo en nuestras ‘increíbles tiendas de MLC’”, cuestionó.
En octubre, otro cubano criticó que en estas tiendas se vendan productos de procedencia estadounidense a valores inaccesibles para la mayoría.
El cliente contó que sufrió “una decepción tremenda” al encontrar un pomo de champú Heads & Shoulders (H&S) por más de 10 dólares y un frasco de detergente Tide por más de 25 dólares.
En opinión de expertos, el anunciado proceso de reunificación monetaria en Cuba podría producir una severa inflación, debido a que el alza de precios y salarios no se corresponde con la oferta de productos.
El jueves la emisora CMHW, de Villa Clara, alertaba que la oferta de alimentos en el territorio es anémica, una escasez solo comparable a la que se vivió en 2017, tras el devastador paso del huracán Irma.
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