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El médico cubano-alemán Denis Hedeler, quien semanas atrás denunció que se le impedía el ascenso a la jefatura del Departamento de Salud de un distrito berlinés “por ser negro y gay”, ha recibido un puesto de directivo en Dahme-Spreewald, en el vecino estado de Brandemburgo, si bien no dejará de apelar su cese anterior.
Según el diario Tagesspiegel –que ha dado seguimiento al caso desde el principio–, un alto funcionario del distrito, el socialdemócrata Stephan Loge, ha reconocido el “muy, muy buen desempeño” profesional del cubano, por lo que, en su nueva ubicación, “está en la lista de candidatos para el puesto vacante de jefe del Departamento de Salud”.
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Loge había conocido el caso de Hedeler a través de la prensa y se le acercó “para ver si estaba interesado. La licitación para un puesto de oficial médico ya estaba en marcha”. Para el distrito de Dahme-Spreewald, que lidia en este momento con tres enfermedades –el coronavirus, la fiebre porcina y la gripe aviar–, la designación del médico, experto en epidemiología, no pudo venir en mejor momento.
En cambio, el distrito en que se le negó el ascenso a Hedeler, el de Treptow-Köpenick, en Berlín, tiene aún vacante el puesto de jefe del Departamento de Salud, en medio de la situación actual.
El caso del galeno cubano cobró fuerza a través de una petición online para que se investigara la negativa del consejero de Salud de Treptow-Köpenick, Bernd Geschanowski, del partido de extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD), a concederle a Denis el puesto de su antiguo jefe, el médico Andreas von Welczeck, de quien fue adjunto y quien ya se jubiló.
Hedeler, de 51 años, acredita un currículum notable en su especialidad y, por escalafón, le correspondía. “No hay ninguna razón para que mi solicitud sea rechazada –alegó en su petición–. Con mis muchos años de experiencia en el Departamento de Salud de Bremen, en Médicos sin Fronteras, y con mi trabajo para contener la epidemia de ébola en Sierra Leona en 2014, mis referencias en el control de enfermedades son excelentes”.
Pero el concejal Geschanowski le dijo que no “encajaba” en ese sitio por su “imagen externa”, a lo que el médico le preguntó si se trataba de que debía acudir a trabajar con saco y corbata, y el funcionario respondió señalando su piel con el dedo.
En su denuncia, que llegó a acopiar 38.000 firmas, Hedeler refirió: “Nací en Cuba y estoy casado con un hombre. Por eso quieren impedir mi nombramiento como médico de Treptow-Köpenick, porque soy gay y negro”.
Ahora, ya en su nuevo puesto, no pretende dejar que el asunto se olvide, por lo que quiere apelar su despido ante un tribunal laboral. “Se trata de justicia para mí”, dijo al diario, y añadió que otras víctimas en semejante situación de discriminación no debían desanimarse en ningún caso.
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