La impronta de Juan Carlos Tabío en el público cubano a través de siete filmes

Varias de las películas del cineasta cubano marcaron profundamente los últimos años del siglo XX en la isla.


Este artículo es de hace 3 años

La nación cubana lamenta este 18 de enero el fallecimiento de Juan Carlos Tabío, como una pérdida irreparable para su cinematografía.

“Con profundo pesar, anunciamos que ha fallecido Juan Carlos Tabío, entrañable amigo, otra leyenda del cine cubano”, expresó en su cuenta de Facebook el director del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana, Iván Giroud.


Lo más leído hoy:


Cuando muchos lo recuerdan por codirigir junto a Titón el multipremiado filme Fresa y Chocolate (1993), nominado a los premios Oscar, el crítico y periodista Wilfredo Cancio Isla afirma que fueron cuatro piezas las que trazaron los derroteros de su cine, su estética personal y su narrativa: los largometrajes Se Permuta (1984) y Plaff o demasiado miedo a la vida (1988), y los cortos Dolly back (1986) y La Entrevista (1987).

Por su parte, el candidato a Doctor por la Universidad de la Ciudad de Nueva York (CUNY), Justo Planas, dedicó una investigación a la cinematografía de Tabío, en la que alude al lugar a veces no visible que ocupaba este creador en el panorama creativo nacional.

“La obra de Juan Carlos Tabío y su generación necesita todavía ocupar el lugar que merece dentro del cine cubano y la democracia que durante décadas intentaron construir”, explica Planas en su ensayo Juan Carlos Tabío: Dialéctica del otro espectador.

En armonía con la idea que defiende Planas, Cancio Isla se refiere desde su cuenta Facebook a la cinta Plaff o demasiado miedo a la vida como “una película que no ha sido lo suficientemente valorada en nuestra producción cinematográfica del siglo XX, del que ya nos distanciamos hace 21 años aunque parezca que fue ayer”.

A modo de recordatorio y también de homenaje, nuestra redacción ha resumido escenas de siete cintas dirigidas por Juan Carlos Tabío:

Se permuta (1983) es el debut del realizador. La trama gira alrededor de Gloria, una modista, y su hija Yolanda, estudiante de arquitectura. Ambas viven en Guanabacoa. Por temor a que Yolanda se involucre en una relación poco conveniente, su madre permuta el departamento por otro en El Velado, no sin esfuerzo, pues debió convencer a dos familias para acomodarse cada cual en el lugar idóneo. Luego de que Gloria descubriese sus habilidades para las permutas, recorrerá de un lado a otro los barrios de La Habana, con tal de concretar todas las mudanzas necesarias para vivir junto a su hija y futuro yerno en un hogar mejor.

Plaff o Demasiado miedo a la vida (1988): Una mujer madura, creyente de la religión afrocubana, desea librarse de la esposa de su hijo. Lastrada por los prejuicios y su temor a la vida, no se atreve a aceptar a un enamorado que le ofrece matrimonio. Misteriosamente, comienzan a lanzar huevos a las paredes de su casa.

Fresa y chocolate (codirección junto a Tomás Gutiérrez Alea, año 1993): Es la primera película cubana en obtener una nominación a los Premios Oscar en la categoría de Mejor Película Extranjera. La cinta también obtuvo el Premio Goya en la misma categoría. El argumento gira alrededor de un militante comunista cubano que comienza a transformar su discriminatorio sistema de valores cuando entabla amistad con un homosexual.

Guantanamera (codirección junto a Tomás Gutiérrez Alea, año 1995): Escrita junto a Eliseo Alberto y a Titón, el largometraje obtuvo la medalla del Círculo de Escritores Cinematográficos en la categoría Mejor Guión Original. La repentina muerte de Yoyita, de visita en su natal Guantánamo, provoca el viaje de Cándido, Gina y su marido Adolfo, funcionario del estado, para transportar el cuerpo de la difunta siguiendo un plan estatal diseñado para ahorrar dinero en el traslado de los fallecidos. Durante ese viaje, multitud de situaciones cómicas y adversidades complican el éxito de la empresa.

Lista de espera (2000): La cinta cuenta la historia de un grupo de pasajeros que se encuentran en la terminal de autobuses de un pequeño pueblo cubano; sin embargo, ninguno de ellos puede realizar el trayecto que requiere, pues todos los vehículos que pasan por la terminal llevan sus asientos copados. Para llegar a sus destinos, los personajes se embarcan en la reparación de un vehículo en pésimo estado, varado en la terminal.

El cuerno de la abundancia (2008): En Yaragüey, un pequeño pueblo imaginario del interior de Cuba, los miembros de la familia Castiñeiras reciben la noticia de que se les concederá una herencia millonaria. A partir de ese momento, la vida de los Castiñeiras y de todo el pueblo se desestabiliza. Los personajes comienzan la dantesca tarea de tramitar la reclamación, aunque para ello algunos se endeuden. Se sospecha que fue escrita a partir de hechos reales, con la alteración del apellido real en torno a los hechos: Contreras.

Parte de la audiencia de Tabío, así como la crítica especializada, reconocen como su mejor obra el largometraje El elefante y la bicicleta, rodado en 1994: Un joven que pretende volverse rico lleva un cinematógrafo a un pueblito recóndito, en medio de una isla. Este evento trae consigo la distorsión de la realidad a partir de los deseos de los pobladores de transformarla.

VER COMENTARIOS (1)

Archivado en:

Lianet Fleites

Periodista cubana. Colabora con la revista El Estornudo y Periodismo de Barrio.


¿Tienes algo que reportar?
Escribe a CiberCuba:

editores@cibercuba.com

+1 786 3965 689


Siguiente artículo:

No hay más noticias que mostrar, visitar Portada