El Gobierno de Cuba reconoció ayer que incumplió el Plan Nacional de Viviendas en enero pasado ya que sólo ha logrado concluir 867 casas de las 43.350 que tenían previsto levantar este año. Ese dato representa sólo un 2% del total e incluye inmuebles de plan estatal, la iniciativa privada y la ejecución de subsidios.
"Empezamos mal", admitió el primer ministro Manuel Marrero Cruz en una videoconferencia con los 15 gobernadores provinciales del país y de la que se ha hecho eco el portal estatal Cubadebate.
Para cumplir el plan de 2021, que ya es inferior al número de viviendas terminadas en 2020 (47.400), el Gobierno cubano necesita que en el país se construyan una media de 3.612 casas al mes. Sin embargo, en enero no se alcanzó ni la la mitad de esa cifra.
Hay que tener en cuenta que acabar 43.350 casas al año no es suficiente en un país con un déficit habitacional crónico, superaba los 880.000 inmuebles al cierre de 2016 y de 800.000 en 2019.
A esa cifra deficitaria hay que sumar las 51.619 casas afectadas por los huracanes de los últimos tiempos, que a principios de este mes de febrero de 2021 continuaban sin repararse. La mayor parte de esas viviendas (41.594) sufrieron derrumbes totales o parciales.
Éste es uno de los motivos por el que el economista cubano Elías Amor considera que no habrá rebote del 6-7% del PIB anunciado por el ministro Alejandro Gil Fernández en su comparecencia en el Parlamento cubano el pasado 17 de diciembre.
No se trata sólo un bache puntual en el sector de la construcción sino que también se suma la desindustrialización de la economía, la caída del turismo y el pinchazo en el sector servicios.
Esto ha llevado a Elías Amor a vaticinar un crecimiento económico del 2-3% del PIB este año, frente a la caída del 11% reconocido por el Gobierno en 2020, aunque las actas de la Asamblea Nacional del Poder Popular recogieron un 12%.
Esta situación, aseguró en el programa Los Jueves de Economía de CiberCuba, puede desembocar en estallidos sociales, aunque no puede compararse la actual coyuntura económica con la del Período Especial en los años 90.
Tres años de Plan Nacional de Viviendas en Cuba
Tras escuchar el balance negativo de la construcción de viviendas en todo el país (excepto Sancti Spíritus), el gobernante Miguel Díaz-Canel recordó ayer en su encuentro telemático con los 15 gobernadores provinciales que 2021 es el tercer año de implementación del Plan Nacional de Vivienda y exhortó a los cuadros del PCC que "hay que cumplirlo" pese a que reconoció que existe "una compleja situación en la producción de cemento" y "desabastecimiento de materiales".
En este sentido, reprochó que las casas con esos recursos asignados desde 2020 podían haberse terminado en enero. Por eso invitó a los suyos a identificar los lugares donde están esos recursos y a averiguar "qué están haciendo con ellos".
Para levantar el ánimo a la tropa, Díaz-Canel se deshizo en consignas: "Aquí no hay espacio para el cansancio"; "Juntos vamos a salir de estos líos"; "Vamos a seguir guapeando y vamos a seguir venciendo"; "Podremos consolidar avances y seguir potenciando el perfeccionamiento de nuestra sociedad", dijo recordando que no se puede propiciar un "ambiente de derrota".
Coronavirus, comida y Tarea Ordenamiento
Tras la intervención de Díaz-Canel, el encuentro telemático de ayer pasó revista a los tres ejes que mantienen en jaque la economía cubana: el coronavirus, la Tarea Ordenamiento y la producción de alimentos.
El balance en este sentido también es negativo con el aumento de los casos de Covid, que solo parece encaminarse hacia el control de la pandemia en tres provincias (Matanzas, Villa Clara y Guantánamo).
El Gobierno no lo achaca al retraso en el inicio de la vacunación luego de que Cuba renunciara a entrar en el Fondo Covax pese a que ninguno de sus cuatro candidatos vacunales ha pasado la Fase 3.
En esencia creen que se debe al incumplimiento de los protocolos establecidos para el enfrentamiento de la epidemia, lo que ha disparado los niveles de transmisión del coronavirus en La Habana, Santiago y Guantánamo, sobre todo, en instituciones públicas.
Sobre la Tarea Ordenamiento, Marino Murillo habló en clave y dijo que se han modificado 32 puntos, de los que destacó, por ejemplo, el tratamiento a personas vulnerables, los salarios en determinados grupos de escalas, las comercialización de productos agropecuarios, los precios o el empleo.
Fiel a su discurso triunfalista, Murillo reiteró que la Tarea Ordenamiento está dejando "experiencias" e "insuficiencias, que poco a poco se han ido solucionando", dijo.
También va mal el Plan Nacional de Soberanía Alimentaria. Aunque en la reunión no lo dijeron abiertamente, Díaz-Canel señaló abiertamente que el Gobierno necesita "de inmediato" que se produzcan alimentos para controlar la inflación y los precios.
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