La rapidez con que se forman las colas desde las 5 de la madrugada, hora en que oficialmente culmina el toque de queda impuesto en La Habana a inicios de febrero para frenar los contagios de coronavirus, es algo que sigue llamando la atención.
Imágenes divulgadas por Cubanet revelan el propio asombro de los cubanos en las colas al comprobar que muy poco después de pasada la hora en punto del fin del toque de queda ya hay una cola de decenas de personas.
¿De dónde llegan? ¿De qué manera la gente consigue llegar tan rápido a las colas?
Un reportaje del citado medio refiere que muchas personas “duermen alrededor de las tiendas en ‘casas albergues para coleros’, casas de familiares, árboles frondosos y a la intemperie”, así como “en azoteas y pasillos”.
“Yo no puedo entender que son las 5:01 minutos y está esa cola así”, se escucha que comenta alguien sorprendido por la cantidad de personas.
Sin embargo, la novedad de tales prácticas es relativa, en septiembre del 2020, cuando entregó en vigor el anterior toque de queda en La Habana por el coronavirus, ante la imposibilidad de hacer cola de madrugada por la prohibición de circular en el horario de 7 de la noche a 5 de la madrugada -ahora es a partir de las 9pm- hubo reportes de personas que hacían colas encaramados en los árboles para burlar la vigilancia, y ser los primeros en marcar en las largas colas para comprar alimentos.
También se dio el caso de algunos que optaban por dormir en los pasillos de edificios inmediatos a las tiendas en MLC, y procurar así ser los primeros en llegar, lo que trajo como consecuencia la aparición de algunos carteles advirtiendo de la prohibición de pernoctar en zonas comunes de los inmuebles.
La fase clandestina de las colas en tiempos de coronavirus en Cuba motivó, incluso, el polémico tema musical El Tarzán de los colas, interpretado por Virulo y Kelvis Ocha, que reflejó en clave humorística la cruda realidad que viven los cubanos, enfrentados a una escasez que además los obliga a realizar colas a ciegas, en las que ni tan siquiera están seguros de qué van a comprar.
La canción generó indignación por banalizar una realidad bañada con tintes trágicos y de larga data: las colas en Cuba.
¿Qué opinas?
COMENTARArchivado en: