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Maydelín Toledo, madre del preso político cubano Didier Almagro Toledo, exigió públicamente a las autoridades una prueba de vida de su hijo, de quien no se tiene información oficial desde finales de enero.
Según informa un reporte de Cubanet, el pasado lunes la familia de Didier, conocido popularmente por Nacho, recibió una llamada telefónica de una fuente anónima donde aseguraban que el joven llevaba 4 días en huelga de hambre y sed.
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“Desde el 27 de enero no sé nada de mi pequeño. Si se plantó es porque algo muy malo le están haciendo”, comentó la madre de Nacho a Cubanet.
El joven de 23 años fue arrestado y condenado a 3 años de privación de libertad, en agosto pasado, por participar de un cacerolazo junto a sus vecinos del municipio Placetas, provincia Villa Clara, a raíz de una serie de apagones eléctricos que afectaron la localidad.
Desde entonces lo han movido por varios centros penitenciarios de la provincia hasta su último traslado, en diciembre de 2020, a una prisión de máxima seguridad conocida como Pre Tensado.
Como medidas preventivas ante la situación epidemiológica que vive el país, la Dirección Nacional de Cárceles y Prisiones del Ministerio del Interior de Cuba prohibió la visita de familiares a los centros penitenciarios, situación que vulnera aún más a los presos políticos, expuestos a coacción, amenazas o torturas por parte de los oficiales.
“Nunca he podido verlo, tocarlo, abrazarlo por esas medidas para evitar el contagio (de la COVID-19), pero los primeros que irrespetan (el protocolo sanitario) son los guardias que entran y salen como les da la gana. Al final son medidas restrictivas que favorecen el maltrato impune contra los presos”, explica Maydelín Toledo, a quien no le informan oficialmente sobre su hijos desde el pasado 27 de enero.
El apagón que provocó el cacerolazo por el cual se procesa a Nacho, afectó al barrio La Fogonera, Placetas, y dejó por más de seis horas a todo un sector del municipio sin luz. Pasadas las 9 de la noche en la mayoría de los hogares no se había podido cocinar.
Desde febrero, los familiares de Nacho han exigido su liberación con grafitis y carteles en la fachada de su casa. Dentro de las frases rotuladas, puede leerse también la de "Patria y Vida".
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