El General Raúl Castro afirmó que las tiendas en moneda libremente convertible (MLC) perdurarán el tiempo que demore recuperar la economía cubana, y criticó a algunos cuadros de dirección que han manifestado su malestar por "la supuesta desigualdad que emana de estas ventas".
El viernes en su discurso inaugural del VIII Congreso del Partido Comunista de Cuba (PCC), Castro señaló que la extrema falta de liquidez del país obligó a reintroducir esta divisa en parte del comercio minorista y mayorista.
El objetivo, recordó, era asegurar la presencia en el mercado interno de productos que habían desaparecido de la oferta estatal, "dejando espacio para la actividad ilegal de la compra en el exterior y la reventa de estos artículos con altísimas tasas de ganancia".
"Ya bajo los efectos de la COVID-19 se ampliaron las ventas en moneda libremente convertible hacia otros productos, incluyendo los alimentos, con el objetivo de incentivar las remesas que los ciudadanos cubanos residentes en el exterior realizan a sus familiares en el territorio nacional", dijo.
El militar agregó que el gobierno ha asignado un "apreciable volumen de divisas" a garantizar la oferta en pesos cubanos de un reducido grupo de productos básicos de la alimentación, la higiene y el aseo personal.
Acerca de la repercusión que han tenido en la población las ventas en una moneda a la que solo pueden acceder los que tienen familiares en el extranjero, el dirigente dijo que debido a una "inadecuada política comunicacional" y a "enfoques incorrectos" en publicaciones de medios oficialistas, hubo una "cierta confusión en algunos cuadros de dirección, que arremetieron contra la supuesta desigualdad que emana de estas ventas" y reclamaron que los artículos que se venden en MLC regresaran a la libreta de abastecimiento.
"Con el decursar de los meses y las intervenciones públicas del presidente de la república, el primer ministro y otros funcionarios del gobierno, se logró hacer comprender que las ventas en moneda libremente convertible son necesarias y que perdurarán el tiempo que nos tome recuperar y fortalecer la economía, y con ello asegurar la real convertibilidad de la moneda nacional", concluyó.
La reapertura de cada vez más tiendas en moneda libremente convertible en Cuba genera descontento y angustia en la ciudadanía, que no puede acceder a ellas salvo los que tienen una fuente de ingresos en el exterior, en un contexto nacional marcado por un profundo desabastecimiento en las tiendas en pesos cubanos.
Gran parte del pueblo cuestiona la existencia de estas tiendas en divisa extranjera, mientras los salarios siguen siendo en moneda nacional y los bancos no venden dólares a la gente por falta de liquidez.
Pese a que el ministro de Economía y Planificación, Alejandro Gil Fernández, declaró en octubre que dichas tiendas eran una medida provisional, la realidad es que desde que abrieron las primeras con la venta de electrodomésticos, motos eléctricas y otros productos, ha ido aumentando el número de estos establecimientos y se han ido agregando alimentos y artículos de primera necesidad, solo disponibles mediante esta forma de pago.
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