Iliana Hernández, reportera de CiberCuba, pidió a la comunidad internacional que se posicione con respecto a los arrestos domiciliarios que la policía política cubana ejecuta contra activistas y periodistas independientes.
"Sigo sin internet y sitiada... Estamos secuestrados”, indicó la periodista y activista sobre la vigilancia policial que la Seguridad del Estado ha desplegado frente a los domicilios de los opositores mientras transcurrían las sesiones del VIII Congreso del Partido Comunista de Cuba (PCC).
Sin embargo, finalizado el congreso, aún se mantiene el cerco policial y el bloqueo del acceso a internet para quienes disienten del gobierno cubano.
Los arrestos domiciliarios arbitrarios, muy habituales dentro del modus operandi de las autoridades cubanas para inmovilizar a sus disidentes a través de la violación del derecho que les asiste al libre movimiento, se ejecutan sin orden notarial que lo justifique, sin que las víctimas hayan cometido delito e incumple con la Carta Internacional de Derechos Humanos.
En su artículo 13, la Declaración Universal de los Derechos Humanos, documento adoptado por la Unión de Naciones Unidas que traza las líneas a seguir por los Estados para ofrecer garantías elementales a los pueblos, defiende la libertad de movimiento.
Sin embargo, incluso culminado el VIII Congreso del único partido político existente en la isla, el PCC, activistas como Iliana Hernández, Oscar Casanella y el periodista Héctor Luis Valdés Corcho aún se encuentran vigilados por al menos dos policías uniformados, en sus patrullas, a la espera de que alguno salga.
El caso particular de Luis Manuel Otero Alcántara, coordinador y líder del Movimiento San Isidro, es la confirmación de lo que pudiera sucederle al opositor que “cometa el atrevimiento” de romper su estado de sitio. En los últimos días, Otero Alcántara ha sido detenido cuatro veces consecutivas cuando intentaba ejercer su derecho al movimiento.
En estos momentos, la Seguridad del Estado ha posicionado un ómnibus en las afueras de la sede del MSI, sita en Damas 955, para neutralizar cualquier intento de manifestación el barrio habanero y arrestar de manera arbitraria a opositores, los cuales serían conducidos a una unidad policial en este medio de transporte.
Según un análisis desarrollado por la plataforma cubana de procesamiento datos, Proyecto Inventario, se trata del mismo bus que destinaron cuando la manifestación del 27 de enero para detener a los activistas que se plantaron en la sede del Ministerio de Cultura (MINCULT).
“Reportes en redes sociales muestran parqueado cerca de la sede del @Mov_sanisidro al ómnibus Yutong 5604, de la Empresa Provincial de Transporte de La Habana (@transportehaba2). Es el mismo vehículo en que fuerzas represivas introdujeron violentamente al grupo de jóvenes que estaba congregado en el @CubaCultura el 27 de enero de 2021 para trasladarlos a la estación de Infanta y Manglar”, indica el medio en un hilo de Twitter.
“Dos meses antes, el 27 de noviembre de 2020, este mismo ómnibus fue visto en las cercanías del @CubaCultura con policías y personas de las que suelen emplear como brigadas de respuesta rápida para los actos de repudio”, concluye el estudio de Proyecto Inventario, quien se sirvió de herramientas de mapeo como Open Street Maps y de fotos recientes y de archivo.
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