Autoridades de los ministerios de Ciencia y Tecnología y de Agricultura de Cuba comparecieron este miércoles en la Mesa Redonda para reconocer que no tienen árboles disponibles para sustituir todos los que han sido talados en céntricas avenidas de La Habana, como la calle G, del Vedado.
Según explicó el ingeniero Antonio Guzmán Torres, responsable del Departamento de Fomento, Manejo Forestal, Áreas Protegidas y Fauna Silvestre del Ministerio de Agricultura (Minagri), van a tardar entre dos o tres años en tener plantas con el tamaño adecuado para ser trasplantadas con éxito a aquellos tramos de la ciudad de donde ha sido cortado el arbolado que había.
Lo más leído hoy:
Las autoridades también han reconocido que está prohibida la tala de árboles en tramos urbanos de la capital cubana. De hecho, sólo se pueden cortar si se autoriza su "excepcionalidad" y antes de dar el permiso hay que visitar la zona y hacer una evaluación individual de cada ejemplar que va a ser talado.
En teoría, la tala de árboles sólo está autorizada en casos de enfermedad, porque el árbol representa un peligro o está dañado. Pero siempre con la intención de reemplazar el ejemplar.
Las delegaciones municipales de Agricultura son las únicas autorizadas a emitir esos permisos de tala. Pero el problema es mucho más complejo porque para que eso ocurra tienen que ponerse de acuerdo 27 instituciones distintas con algún tipo de responsabilidad en la preservación de los bosques urbanos, los árboles de vías principales y de las carreteras.
Descoordinación en el Vedado
Por otro lado, en el caso de la tala indiscriminada de árboles en el Vedado, que le valió una avalancha de críticas al Gobierno cubano en las redes sociales, los responsables admiten que ha habido "descoordinación entre actores involucrados" y vacíos legales.
Además, se escudan en que en Cuba existe "un atraso de 40 años" en el tratamiento y manejo del arbolado de la ciudad.
En este rosario de 'mea culpa', las autoridades cubanas han reconocido que la tala de árboles en el Vedado "ha sido una intervención inadecuada".
Todos forman parte de lo que el Minagri llama "bosques de conservación", en cuya preservación deben aplicarse las regulaciones establecidas para el patrimonio forestal.
Sin embargo, se da la circunstancia de que talar árboles sin que se cumplan esas regulaciones está penalizado con multas insignificantes que no se han revisado pese a que estaba previsto que se incrementaran con el inicio de la "Tarea Ordenamiento" en enero.
Actualmente, la empresa estatal Agroforestal Habana tiene cultivadas 6.000 plantas. Es una cifra insignificante si se compara con las 150.000 que produjo en 2020 el vivero municipal de Murcia, una ciudad española, con 459.403 habitantes y clima semidesértico.
La autocrítica en 'prime time' de las autoridades del Minagri llega la misma semana que Díaz-Canel recibió comentarios adversos tras destacar en su cuenta de Twitter el supuesto compromiso de su gobierno con la naturaleza, ignorando la indignación colectiva por la tala indiscriminada de árboles en las ciudades.
Ejemplo de ello es la denuncia de varios vecinos del Vedado que compartieron en redes sociales hace unos días las imágenes de la tala de árboles a mansalva.
"Atención inmediata a la tala de árboles en el Vedado y otras zonas de La Habana. Es una masacre lo que están haciendo", comentó en Facebook la cubana Lali Batista Aranda.
"Por favor, no somos los únicos que dependemos de los árboles. Muchas especies que viven en la ciudad también los usan para resguardarse. Les ha costado años crecer y llegan y los cortan así sin más, no es justo para ellos, para los animales, ni para nosotros", añadió.
En los últimos 30 días, se han registrado otros daños medioambientales en el país. A finales de este abril, un incendio de grandes proporciones calcinó al menos 1.000 hectáreas (de 79.680) del Parque Nacional Alejandro de Humboldt, que está declarado Patrimonio de la Humanidad y en el que se localizan 16 de las 28 formas de vegetación que existen en la Isla.
Pese a la gravedad del siniestro, la prensa local de Guantámo y Holguín, en cuyos territorios está ubicado el Parque Nacional Alejandro de Humboldt, no informaron de lo que estaba ocurriendo al menos hasta que salió en la televisión nacional.
Archivado en: