El rapero contestatario Denis Solís, miembro del Movimiento San Isidro (MSI), fue aislado en cuarentena por coronavirus, a pocos días de cumplir su condena en prisión por un supuesto delito de “desacato” ante un oficial de la policía cubana.
Solís, cuya estancia en la cárcel del Combinado del Este, en La Habana, debe concluir el próximo domingo 11 de julio, se encuentra en cuarentena porque presuntamente dos presos de su compañía, dieron positivo al COVID-19.
“Recalcamos que, independientemente del resultado del PCR de Denis, él no debe permanecer ni un día más en la cárcel después de cumplida su condena y así lo exigiremos”, dijo el lunes el MSI en redes sociales.
“Si da positivo, Denis debe ser trasladado a un hospital y si da negativo, a un centro de aislamiento civil o a su casa hasta que terminen los quince días reglamentarios”, exigió el movimiento.
“Ni un día más para una persona que nunca debió estar presa y a la que, a pesar de ser primerizo y tener un delito menor, no se le rebajó ni un día de condena”, agregó.
Días antes, Vladimir González, tío de Solís, denunció que las autoridades podrían estar urdiendo planes para retener a su sobrino en prisión más allá de la condena impuesta, cuando se cumplen ocho meses del juicio sumario en que fue condenado.
Según González, un recluso le contó que habían decretado 14 días de cuarentena de coronavirus en la compañía de Denis Solís, en la Zona Cero del Combinado del Este. A la familia del rapero, no le pareció casual que esto ocurra a poco de que Solís saliera de prisión, porque ya agentes de la Seguridad del Estado venían provocándolo verbalmente para intentar prolongar su estancia en el centro penitenciario.
Se trata de la segunda cuarentena de coronavirus que pasa Solís en el Combinado del Este. La anterior ocurrió en mayo, cuando el activista estuvo casi un mes sin comunicarse con su familia tras detectarse un brote de COVID en la cárcel.
La detención del joven, luego de discutir con un oficial de la policía por ingresar a su casa sin autorización y grabar el momento, originó una serie de hechos relevantes en el acontecer cubano más reciente. Luego de su arresto, en noviembre de 2020, un grupo de jóvenes se plantó en huelga de hambre en Damas 955, sede del MSI en el barrio de San Isidro.
Los huelguistas fueron desalojados por la fuerza, y los hechos provocaron la manifestación del 27 de noviembre frente a las puertas del Ministerio de Cultura en La Habana. Desde entonces, se desató una ola de represión y descrédito en plataformas oficialistas contra artistas, activistas y periodistas independientes, que se extiende hasta estos días.
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