El trovador y periodista cubano Fidel Díaz Castro, director de la revista Cultural El Caimán Barbudo, escribió un artículo donde dice que “los malinches de mentalidad subyanqui” se dedican a cazar “como hienas los recibimientos a los atletas en sus terruños”.
En el portal oficialista Cubadebate, Díaz defiende las ridículas ceremonias a los deportistas que “casi siempre” ocurren en “barrios humildes o poblados campesinos” a los que pertenecen.
Para el autor, es una clara muestra de ruindad o maldad burlarse “de que un grupo de vecinos o algún comisionado del INDER, le hagan regalos sencillos, los que tienen, (en tiempos, además, de carencias)”.
“Mesas donde aparece un cakecito, un par de pomos de aceite, detergente, platos caseros, cosas que en estos momentos son necesarias en el día a día, y que donan gustosos los que han gozado de lo lindo con las batallas de su campeón salido del vecindario”, detalla con romanticismo.
“Ya sabemos que no es casual que pasen de un ataque a otro, cayendo en manada, con saña; coincidiendo temáticamente; ahora, para tratar de bajar el orgullo de esta nación ante ese deslumbrante lugar 14 en las Olimpiadas de Tokio, están desvirtuando, desalmadamente los recibimientos. Cuánto desprecio por el pueblo, por los humildes, y eso muestra a la clase social que defienden”, dijo.
Según comentó, los supuestos ataques son el resultado de una “mentalidad de codicia material”. “Penoso como se van envileciendo progresivamente para agradar al amito imperial. No les digo mercenarios, porque realmente algunos ni reciben pago (lo cual no sé si es peor)”, expuso.
“El deporte no es un negocio, es un campo para cultivar virtudes, para mostrar destrezas, armonía, talento, sacrificio, entrega, solidaridad. Los atletas en Cuba no son mercancía. Y el pago mayor es ese al que los malinches lanzan sus zarpazos; que, al retornar a sus barrios, o pueblitos, o hasta caseríos, la gente común y corriente, los todos, los reciba como hijos ilustres, les den lo que tienen (y lo que no), y vivan orgullosos de ellos”, sostuvo.
Las críticas en redes sociales se desataron tras compartirse en redes sociales imágenes como la del joven boxeador cubano Ronny Álvarez, medallista de oro en un evento clasificatorio Panamericano juvenil celebrado en Guadalajara, México.
Álvarez fue premiado al regresar a su municipio de residencia, en Chambas (Ciego de Ávila) con un combo de alimentos y aseo. El joven, sosteniendo la presea dorada, posó frente a una mesa con varias bolsas de refresco, un pomo de aceite, desodorante, detergente, un par de paquetes de perritos, algunas viandas y una calabaza. Tales imágenes, funambulescas a más no poder, hicieron que el momento se alejara de la seriedad y solemnidad que quizás buscaran trasmitir.
La judoca Idalys Ortiz, campeona olímpica y medallista de plata en Tokio 2020, recibió un agasajo similar por parte de vecinos y autoridades en la localidad de Godínez, en el municipio Candelaria, provincias de Artemisa. Allí recibieron a Ortiz con una mesa en la que se vio un par de cakes y algunos panes junto a un recipiente con pasta de bocaditos.
Incluso algunos deportistas como el gimnasta cubano Manrique Larduet Bicet, no ocultaron su indignación ante las imágenes y el revuelo que las mismas provocaron. “Ojala algún dia el gobierno revise estas atenciones, los deportistas cubanos no podemos seguir siendo el hazmerreír del mundo”, escribió Larduet.
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