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La activista e historiadora del arte Carolina Barrero denunció chantajes de los agentes de la Seguridad del Estado para devolverle la libre movilidad.
La joven publicó en Facebook imágenes de quienes la mantienen imposibilitada de salir de su casa desde hace 70 días, y afirmó que estaban en los bajos de su vivienda en La Habana "con una chulería y un cinismo flagrantes".
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Ahora "quieren usar lo que son nuestros derechos como moneda de cambio. Quieren comprar nuestro silencio y nuestra “tranquilidad” con darnos de vuelta la libre movilidad", subrayó.
Hace cinco días, Barrero logró burlar el cerco que mantienen alrededor de su casa y llegar al domicilio de la escritora Katherine Bisquet y la artista Camila Lobón.
Dos días después las tres mujeres denunciaron también chantajes de los agentes, que amenazaron con "complicar" el caso del artista Hamlet Lavastida, detenido desde el mes de junio, si ella no regresaba a su vivienda.
Calificó a sus carceleros como "la definición encarnada de la banalidad del mal. De la forma en la que el mal se cuela por los resquicios de la frivolidad" y se preguntó si ellos sienten alguna inquietud por saber lo que hacen vigilando a una joven día y noche.
"¿Acaso se preguntan por qué están aquí? ¿Me creerán una criminal, una prófuga? ¿Sabrán ellos que también tienen el poder de decir no?", se cuestionó la activista.
Relató que el encierro empezó el día después del último acto de repudio planificado por la Seguridad del Estado en la sede de la organización cultural Instar, que dirige la reconocida artista visual Tania Bruguera, el pasado 23 de junio.
"Probablemente se tratara en ese momento de una represalia personal del agente que nos atiende, por exponer su proceder encubierto, la manera en la que claramente enviaban una comitiva orquestada de ciudadanos a molestar", pero que luego siguió con la detención del artista Hamlet Lavastida en Villa Marista, y con las protestas del 11 de julio en más de 60 ciudades cubanas.
"La conveniente prisión domiciliaria se ha mantenido", dijo Barrero.
"Pero qué tranquilidad se puede tener en un país que desprecia y oprime de semejante manera a sus ciudadanos. Mienten, amenazan, viven del tráfico del miedo y la corrupción. Hoy pueden tenerme presa en mi casa, mañana en la prisión, nada de eso cambia el absurdo, el abuso, el delirante atentado a los principios más básicos del derecho civil. Pensar diferente no es un delito, todo lo contrario, es la savia pura de la sociedad", señaló en su post.
La víspera, había denunciado que mientras se encontraba con Bisquet y Lobón los agentes entraron a su casa y robaron su laptop. Luego insistió en que "nada de lo que sucede" en Cuba es legal.
"Ahí están los cientos de presos, las golpizas, la opresión constante a quienes quieren manifestarse en libertad por el reconocimiento de la pluralidad", dijo en un comentario, respaldado por otras activistas como Anamely Ramos.
Ramos se preguntó este lunes si a quienes retienen en su casa a la artista "no les da vergüenza mantener esa violencia contra una mujer pacífica".
"No son policías ni agentes, son LADRONES!", dijo sobre el robo de la laptop de Barrero, y consideró que el objetivo de la Seguridad del Estado cubana es aislarla, "vencerla por desgaste, anular su sentido cívico. Y finalmente conseguir que se vaya".
Al igual que Barrero, varias mujeres cubanas permanecen impedidas de salir de su domicilio por su activismo desde hace varios meses. Entre ellas la periodista independiente Iliana Hernández, Bisquet, Lobón y Bruguera.
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