Murió coronel Morejón Estévez, torturador en Viet Nam y empresario fantasma de Cuba

Al jubilarse, Morejón Estévez recibió una finca para su explotación privada.

Coronel Eduardo Morejón Estévez © Facebook Morejón Estévez
Coronel Eduardo Morejón Estévez Foto © Facebook Morejón Estévez

Vídeos relacionados:

Este artículo es de hace 3 años

El coronel retirado Eduardo Morejón Estévez, exalto cargo de la Dirección de Inteligencia Militar (DIM) y expresidente de ANTEX, S.A., murió en La Habana, con 82 años, a causa del coronavirus, informó a CiberCuba una fuente cercana a su círculo familiar.

"Creo recordar que el interés en los norteamericanos que estaban en Viet Nam era tratar de detectar si alguno había estado en el Comanda Sur o en la sección Cuba del Pentágono para intentar sacarle información sobre los planes operativos contra nosotros y se que Morejón estuvo allí", admitió la fuente, que fue antiguo compañero de armas del fallecido y rehusó ser identificado.


Lo más leído hoy:


Hasta el momento de redactar esta nota, los medios estatales mantienen silencio sobre el deceso del coronel Morejón, identificado por pilotos estadounidenses en Viet Nam como uno de sus torturadores, junto a Fernando Vecino Alegret, Luis Pérez Jaén y Pedro Fumero, según un informe desclasificado del Pentágono, en 1996.

La fuente que informó de su muerte a CiberCuba rehusó comentar sobre participación de Morejón en supuestas torturas a militares estadounidenses en Viet Nam.

La noticia fue confirmada después en un Twitter del periodista Elio Perera, integrante del Centro de Investigaciones de Política Internacional (CIPI), en La Habana, con este mensaje: "Falleció Eduardo Morejón Estévez, quien acompañó a nuestra delegación en el proceso de paz en Angola. Desde su anonimato diplomático, hizo mucho por la Revolución. Tus alumnos te quieren y respetan. Fieles a tu ejemplo".

Morejón tuvo una larga carrera en la DIM, incluida la agregaduría militar en Angola y la presidencia de empresas fantasmas registradas en Panamá, participó en la ronda de conversaciones cuatripartitas sobre el sudoeste de África, y siempre actuó protegido por Raúl Castro y Jesús Bermúdez Cutiño, pero odiado por subordinados y vecinos.

En sus inicios, combatió a los alzados del Escambray, más tarde fue enviado a cursar estudios militares en la Unión Soviética; de Moscú a Viet Nam, de donde volvió destinado al Ejército Central, pero al poco tiempo, el entonces jefe de la DIM, Jesús Bermúdez Cutiño, lo designó jefe de la Segunda Sección (Agentura) y enviado a Luanda como Agregado Militar, donde generó problemas con el mando angoleño y rechazo en la jefatura de la Misión militar cubana en Angola (MMCA) por su conducta.

Un ex miembro de la jefatura militar cubana en Angola lo recuerda como alguien "implacable ante errores ajenos, siendo un inmoral que, para acostarse con la esposa de un subordinado suyo, lo mandaba a salir de exploración a la frontera sur, para quedarse solo con ella en la casa de la DIM en Lubango".

Sus problemas en Angola, no impidieron su participación en la delegación cubana a las rondas de conversaciones para la paz en el sudoeste de África, y su vuelta a la Segunda Sección de la DIM, ubicada en el Bosque de La Habana, donde volvió a dar rienda suelta a su condición de sentirse intocable.

Morejón Estévez casi convirtió a la sección Agentura de la DIM en una empresa agropecuaria y constructora, empleando a oficiales y otros subordinados, con la orden de que cada subsección debían dotarse de una granja para el autoconsumo y construir instalaciones que necesitara; sacrificando el trabajo operativo.

El coronel fallecido, viendo el rechazo que generaba entre sus subordinados, se llevó al Bosque de La Habana a varios oficiales del Ejército Central, sin experiencia operativa previa, pero acomodándolos materialmente para que actuaran como sus escuderos.

"No había un carro ni otro recurso disponibles, pero Morejón y sus leales utilizaban diariamente los medios concebidos para el trabajo operativo, en beneficio propio; creando una red de fincas que usaba como hacienda particular para su lucro personal, de sus hombres de confianza y de Bermúdez Cutiño; siendo la más conocida la estancia llamada El desafío, próxima al antiguo central Toledo, en Boyeros, recuerda un ex oficial DIM.

En el Bosque de La Habana, la DIM disponía de varias casas, como sede de las subsecciones: Ilegales, Inteligencia interna,Técnica operativa, Agregadurías militares, Comunicaciones y Aseguramiento, y Retaguardia; los patios de esas casas fueron reconvertidos en criaderos de conejos, pavos, patos, y pollos; atendidos por oficiales subordinados a Morejón Estévez; modelo que fue intentado exportar a la DI del Minint, mandando a oficiales a trabajar en la agricultura; precisa.

Durante el Período especial, el recién fallecido llegó a incomodar hasta sus vecinos del 20 plantas del Minfar, donde llevaba la comida por cajas para su casa", recuerda un alto oficial jubilado que vivió en el edificio ubicado en las cercanías del Comité Central; y que recuerda cómo Morejón Estévez hacía ostentación pública fumando puros Cohíba y concediendo carros Ladas a sus compinches, matriculados como vehículos particulares, pero propiedad estatal.

Las denuncias y quejas llegaron hasta Raúl Castro que -precavido ante el caudal de información que manejaba Morejón- lo mandó a ANTEX, S.A. una de las más antiguas entidades del actual complejo militar-empresarial GAESA, y con larga trayectoria en Angola, revitalizada con la gestión del general Lussón Batle.

Un ex oficial del MININT, desplazado por el desembarco del general Bermúdez Cutiño y el coronel Hernández Barbán en la entonces Dirección General de Inteligencia, valoró que "mandar a Morejón a ANTEX y no llevarlo a Línea y A fue una jugada maestra de Raúl (Castro) porque -con lo que sabía sobre los vínculos extranjeros con empresas fantasmas y ministerios cubanos- podía chantajearlos, para que llovieran contratos para la empresa que comenzaba a dirigir".

Pero la maniobra del entonces ministro de las FAR no paró el descontento en la Segunda Sección de la DIM y los generales Julio Casas Regueiro y Julio Fernández crearon una comisión de investigación por la que desfilaron oficiales en activo, incluidos los que habían pedido el traslado a otras secciones de la Inteligencia Militar, que contaron los desmanes de Morejón Estévez y el alto mando decidió su relevo, en 1994, por Celestino, un coronel proveniente de la Contrainteligencia militar, que acabó destrozando a Agentura.

Una revisión en el Registro Mercantil de Panamá arroja que Eduardo Morejón Estévez no debutó en ANTEX, S. A, como empresario fantasma al servicio del castrismo, pues desde 1980 y hasta 2010, desempeñó cargos de presidente y director general en Lukenwest Holdings, S.A. y en Caristel Comercial, S. A, siendo acompañado como secretaria del consejo -en la primera- por la actual coronel Ania Lastres Morera, vicepresidenta primera de GAESA, miembro del Comité Central del gobernante partido comunista y diputada.

Coronel Lastres (izda.) Foto: Cortesía Luis Domínguez / ADN

Curiosamente, cuando se revisa el listado de miembros del Comité Central en la web de la Presidencia de Cuba, la coronel Lastres aparece como dirigente administrativa y diputada a la Asamblea Nacional del Poder Popular y, en Ecured, como vicepresidenta primera del Grupo de Administración Empresarial, pero omitiendo su grado militar y que es la número dos del general Luis Alberto Rodríguez López-Calleja.

Lukenwest Holdings, S.A. fue inscrita en el Registro Único de Contribuyentes (RUC) con el número 3955-105-55424, y Código 55424; con un capital inicial de diez mil dólares norteamericanos para dedicarse a diferentes actividades comerciales, incluida la compra de inmuebles y, en una de las anotaciones del registro aparece como disuelta.

En marzo de 1989, cuatro meses antes del desmantelamiento de empresas del Grupo MC en Panamá, fue registrada Caristel Comercial, S. A., con sede en Edificio Comosa (enfrente), Ave. Samuel Lewis Panamá Segunda del Circuito; con número de ficha 220614 e inscrita en el RUC con los guarismos 25814-192-220614; y también con un capital inicial de diez mil dólares, presidida por Morejón, con Héctor Companioni Echemendía, actual director de la empresa logística Azumat, que presta servicios al grupo Azcuba; como director y tesorero.

Torturas a pilotos en Viet Nam

Graduado de los Maristas y del Instituto de Segunda Enseñanza de su natal Camagüey, Morejón Estévez fue enviado por sus padres a Estados Unidos, en 1958, para perfeccionar sus conocimientos de Inglés, que nunca llegó a dominar con la soltura de su jefe en Viet Nam, el entonces primer capitán Fernando Vecino Alegret, mientras su subordinado se confundía con algunas palabras, según los testimonios recogidos en su día por Juan O. Tamayo y Pablo Alfonso para El Nuevo Herald.

Prisioneros norteamericanos en Viet Nam del Norte / Foto: Pentágono

La Oficina de Personal Desaparecido y Prisioneros de Guerra del Departamento de Defensa (DPMO) desclasificó una voluminosa carpeta que fue utilizada en una serie de audiencias congresionales en 1996 y proporcionó numerosos y macabros detalles sobre el Programa Cuba que torturó a los militares norteamericanos en Viet Nam: Donald Waltman Earl Cobeil, Wendell Rivers, David Duart, Jack Bomar, Ed Hubbard, Glendon Perkins, James Kasler y Peter Schoeffel.

Ed Hubbard, coronel retirado de la Fuerza Aérea norteamericana aseguró no tenerle odio a Fidel, el agente del gobierno cubano que, entre 1967-68, lo torturó salvajemente, a él y a otros prisioneros de guerra, en Vietnam del Norte; durante un año, casi diariamente, Fidel los azotaba con tiras de goma de automóviles y los amarraba con sogas o alambres que les descoyuntaban las extremidades y les cortaban la piel.

En 1968, Fidel dio latigazos y patadas a un prisionero, con tanta furia, que lo dejó catatónico y posteriormente le provocó la muerte. Un nuevo libro sobre los prisioneros de guerra norteamericanos en Vietnam lo califica como ``uno de los casos de atrocidades más trágicos y repugnantes que se recuerden''.

Un funcionario del DPMO reportó que, en 1992, dos coroneles vietnamitas le confirmaron que Fidel era realmente cubano y que había torturado a los prisioneros norteamericanos, aunque sin la autorización oficial del mando de ese país asiático.

Los torturados identificaron a Fidel con el ya fallecido Vecino Alegret que, siendo ministro de Educación Superior de Cuba visitó la Universidad de Harvard; mientras que asociaron a Morejón Estévez con Chico, un hombre muy blanco y pelo rubio; y describieron al tercer torturador cubano como un hombre gordo, de unos 35 años, apodado García o Pancho.

"Esta fue la primera y única vez que no vietnamitas estuvieron abiertamente implicados en la explotación de prisioneros norteamericanos'', aseguró la Fuerza Aérea de Estados Unidos en un análisis sobre el Programa Cuba, desclasificado en 1996.

Fidel Castro negó en varias ocasiones las denuncias norteamericanos y en el libro Secretos de generales, la entrevista con Vecino Alegret no incluye su estancia en Viet Nam.

Estados Unidos ha concedido un perfil bajo a las revelaciones sobre torturas a sus soldados en Viet Nam, a manos de oficiales cubanos, incluso tras el derribo de las avionetas de Hermanos al Rescate en aguas internacionales por Migs 29 cubanos, cuando un grupo de veteranos manejó la opción de demandar judicialmente a La Habana, siguiendo la iniciativa de los familiares de los cuatro jóvenes pilotos cubanos asesinados el 24 de febrero de 1996.

Morejón, que acaba de morir en La Habana, al jubilarse de Antex, S.A. recibió entonces una finca para su explotación privada.

El coronel Eduardo Morejón Estévez es el décimo militar cubano que muere en los últimos meses por coronavirus, nueve en situación de retiro y el jefe del Ejército Oriental, general de división, Agustín Peña Pórrez, que se contagio y murió en el ejercicio del cargo.

VER COMENTARIOS (84)

Archivado en:

Carlos Cabrera Pérez

Periodista de CiberCuba. Ha trabajado en Granma Internacional, Prensa Latina, Corresponsalías agencias IPS y EFE en La Habana. Director Tierras del Duero y Sierra Madrileña en España.


¿Tienes algo que reportar?
Escribe a CiberCuba:

editores@cibercuba.com

+1 786 3965 689


Siguiente artículo:

No hay más noticias que mostrar, visitar Portada