FLORIDA (Reuters) - Un juez estadounidense en Florida desestimó este lunes los cargos de lavado de dinero contra Alex Saab, un aliado del presidente venezolano Nicolás Maduro, pero sigue acusado de un cargo de conspiración para blanqueo, mostró un expediente judicial.
La orden fue emitida por el juez de distrito Robert Scola. El cargo que aún permanece es el de conspiración que conlleva una sentencia máxima de 20 años de prisión. Saab, de 49 años, fue extraditado el mes pasado a Estados Unidos desde Cabo
Verde, donde fue detenido en el verano de 2020 con una orden judicial estadounidense. Los fiscales dicen que Saab, un empresario colombiano y principal negociador del gobierno de Maduro, desvió alrededor de 350 millones de dólares de Venezuela a través de Estados Unidos como parte de una trama de sobornos vinculada al tipo de cambio controlado por el gobierno de Venezuela.
El caso ha tensado las ya deterioradas relaciones entre Washington y Caracas.
En una presentación del lunes, los fiscales estadounidenses solicitaron que se retiren siete de los ocho cargos iniciales contenidos en una acusación formal de julio de 2019, un pedido para cumplir con las garantías que los funcionarios hicieron al gobierno de Cabo Verde al momento de solicitar la extradición.
Los fiscales dijeron que los funcionarios prometieron a Cabo Verde que Saab únicamente sería acusado de un solo cargo para cumplir con las leyes de la nación del archipiélago con respecto a la pena máxima de prisión.
Saab enfrenta hasta 20 años de prisión si es declarado culpable de conspiración para lavar dinero.
Uno de los abogados de Saab, Henry Bell, dijo a Reuters la semana pasada que su cliente se declararía inocente en la lectura de cargos que estaba prevista para este lunes, pero fue pospuesta para el 15 de noviembre. Bell no quiso comentar la decisión del lunes.
La oposición venezolana ha dicho que espera que Saab les diga a las agencias policiales estadounidenses lo que sabe sobre cualquier actividad criminal de los principales funcionarios venezolanos, así como los planes del gobierno para evadir las sanciones estadounidenses, que tenían como objetivo buscar la salida de Maduro.
Washington ha calificado a Maduro de dictador y lo culpa del colapso económico del otrora rico país petrolero.
Tras el arresto de Saab, el gobierno de Venezuela dijo que a Saab se le había otorgado la ciudadanía venezolana y que había sido nombrado diplomático para negociar los envíos de combustible y ayuda humanitaria desde Irán.
En respuesta a la extradición, el gobierno de Maduro suspendió el mes pasado las incipientes negociaciones con la oposición que se realizaban en México desde agosto.
Los aliados de Maduro han dicho que los cargos contra Saab se enmarcan en una "guerra económica" que el gobierno de Estados Unidos está librando contra Venezuela.
La oposición respaldada por Estados Unidos, que ha pedido a Maduro reanudar las conversaciones, ha dicho que Saab se enriqueció gracias a los acuerdos comerciales que pactó con el gobierno y no hizo nada para aliviar el sufrimiento de los ciudadanos de Venezuela.
Reporte de Alexandra Ulmer en San Francisco y Luc Cohen en Nueva York. Editado por Vivian Sequera.
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