La emprendedora y activista cubana Saily González, una de las moderadoras del grupo Archipiélago, consideró una "desvergüenza total" y "una traición" la carta que 247 emprendedores, dueños de empresas y cooperativistas cubanos enviaron al presidente de Estados Unidos Joe Biden, el pasado 8 de noviembre, para instarle a levantar las sanciones que perjudican sus negocios.
"Me parece una desvergüenza total porque al hacerlo están desconociendo la responsabilidad que tiene el Gobierno cubano en los problemas que tenemos hoy los emprendedores en Cuba. Y me parece una traición también. Una traición hacia los emprendedores que estamos perdiendo y luchando por el respeto a todos los derechos para todos los cubanos, a que todos tengamos igualdad de derechos, independientemente de cómo pensemos, a que todos tengamos igualdad de oportunidades", explicó la joven de 30 años, residente en Santa Clara, quien administra el hostal Amarillo B&B en su ciudad y es fundadora del proyecto FullGao.
La misiva en cuestión, publicada en ACERE (Alliance for Cuba Engagement and Respect), una coalición de organizaciones y personas que abogan por el levantamiento del embargo estadounidense a Cuba, solicita a Biden que cumpla "su promesa de campaña de retomar el camino del acercamiento y la normalización que se había iniciado durante la administración del presidente Obama" y que reflexione "sobre el impacto de las políticas actuales de su administración hacia Cuba, las cuales perjudican de forma significativa a nuestros negocios y familias".
"A través de nuestros negocios, estamos trabajando para construir un bienestar económico para nuestras familias, de manera que los cubanos emprendedores no sientan la necesidad de emigrar para tener un trabajo gratificante y prosperidad económica. Sin embargo, la política actual de Estados Unidos hacia Cuba afecta en gran medida nuestras operaciones comerciales diarias y frena nuestra capacidad de prosperar", sostiene el documento.
Además, los firmantes aseguraron que las más de 240 sanciones impuestas por la administración Donald Trump han socavado sus negocios. "Las restricciones de viaje que limitan el flujo de visitantes estadounidenses han reducido significativamente la demanda de nuestros bienes y servicios. Esto, junto con el cierre de los servicios consulares, ha limitado nuestra capacidad para viajar a los EE. UU. y adquirir directamente los suministros necesarios", apuntaron.
"La cancelación de cuentas bancarias en los EE. UU. de algunos emprendedores cubanos ha hecho que las transacciones financieras sean mucho más difíciles y costosas, incluso para recibir pagos en línea. Las medidas tomadas contra las instituciones financieras han provocado que las plataformas de pago y comercio electrónico como PayPal dejen de brindarnos servicios", agregaron.
La carta, antes de concluir, pide a Biden que trabaje con el Congreso de Estados Unidos para levantar el embargo y tomar medidas inmediatas para aumentar los viajes, el comercio y la inversión, entre las cuales incluyeron: restablecer un camino para las remesas; abrir los viajes para aquellos sujetos a la jurisdicción de los EE. UU.; reabrir la embajada de EE.UU. en La Habana; y sacar a Cuba de su lista de países patrocinadores del terrorismo.
Pero para Saily González, los reclamos de los emprendedores le recuerdan el lema "vergüenza contra dinero", que promovió el político cubano Eduardo Chibás, al frente del Partido Ortodoxo, que a finales de la década de los cuarenta del siglo pasado hizo de la lucha contra la corrupción su principal causa.
"Ustedes saben muy bien que el tema del embargo no afecta tanto como el tema de la política interna que tiene el Gobierno cubano hacia el emprendimiento, hacia el desarrollo de la iniciativa económica privada acá dentro de Cuba. Me parece tremendamente lamentable lo que han estado haciendo. Me parece que están apoyando precisamente a la dictadura. Una dictadura que reprime, una dictadura que me ha reprimido a mí, a Saily. Una dictadura que ha reprimido a muchísimos otros emprendedores, incluso desde antes del 11 de julio", argumentó la emprendedora.
La también defensora de derechos humanos, quien es una de las promotoras de la Marcha Cívica por el Cambio del próximo 15 de noviembre, dijo que no solo no puede apoyar tal documento sino que lo repudia.
"Lo repudio y me parece una traición y que está respondiendo además, obviamente, a los intereses del Gobierno cubano. Porque esos dólares que ustedes están pidiendo básicamente que entren por parte del Gobierno de Estados Unidos, que permita entrar el Gobierno de Estados Unidos, no van a las manos de ustedes ni de nosotros. Van a las manos del Gobierno cubano, que los utilizará para reprimir, que los utilizará para amedrentar como siempre lo ha hecho y para seguir construyendo hoteles", concluyó.
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