El gobierno cubano desplegó este lunes numerosos agentes de policía en La Habana para ahogar la posibilidad de que cientos de cubanos descontentos salieran a las calles en la llamada Marcha Cívica por el Cambio, convocada por la plataforma ciudadana Archipiélago.
Fuerzas del régimen rodearon las viviendas de activistas y líderes de la marcha para evitar imágenes de malestar como las vividas el pasado 11 de julio en una serie de manifestaciones inesperadas por toda la isla.
En las calles de La Habana, sobre todo en los barrios y espacios públicos más calientes y señalados desde las manifestaciones del 11 de julio, incluido el Malecón, el paseo del Prado y el Capitolio, la presencia policial era notable, tanto de uniforme como de civil, y la sensación era que cualquier incidente que pudiera ocurrir duraría poco.
Agentes de la PNR, militares y brigadas de choque de la dictadura se distribuyeron por las principales calles de la capital. Hasta los temidos batallones de boinas negras regresaron a las calles para disuadir a posibles manifestantes.
Pese a la represión, decenas de cubanos consiguieron salir brevemente a las calles y algunos incluso corearon gritos y cánticos contra el régimen.
Las detenciones reportadas ayer suman medio centenar, e incluyen desde los moderadores de Achipiélago Daniela Rojo Jorge Enrique Rodríguez y Osmel González Darlington hasta líderes disidentes, como Manuel Cuesta Morúa y Berta Soler, y activistas como la curadora Carolina Barrero.
El Centro de Información Legal, Cubalex, registró en la tarde de ayer al menos 46 detenciones y desapariciones de cubanos en el contexto de la Marca Cívica.
"Nos acaban de detener, ayuda", escribió un manifestante que firma en Twitter como "Céspedes", luego de publicar un video donde se ve su arresto en una zona de Centro Habana tras gritar "Patria y Vida!" y otras frases contra el gobierno.
Horas después, el activista y su acompañante fueron liberados.
Varios representantes de la Iglesia Católica cubana marcharon por el bulevar de San Rafael, en La Habana, dos de ellos vestidos con sus hábitos de sacerdotes.
El día antes, domingo 14, también hubo un detenido que gritó "¡Libertad!" en el parque del Quijote, en el Vedado.
A ese mismo lugar llegaron el lunes dos activistas, entre ellos el que firma LeandroRHi:
Un joven cubano explicó al medio independiente 14ymedio el clima de control y asfixia en la isla:
“Me tuve que refugiar en casa de una tía que vive cerca porque me estaban siguiendo, nunca me había sentido así en mi propia ciudad. Están utilizando muchos ancianos para el operativo, viejitos y viejitas”.
Según 14ymedio, la presencia policial y de miembros de la Seguridad del Estado en la Habana Vieja era tan grande que superaba incluso en número a los transeúntes. “Aquí hasta el barrendero es hoy de la policía política”, ironiza un cliente que espera para comprar en una de las tiendas en divisas ubicada en esa calle.
En otras ciudades del país también fue muy visible la militarización.
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