Una central eléctrica flotante que aportará al Sistema Electroenergético Nacional cubano (SEN) 130 MW de forma estable llegó a la Bahía de La Habana.
El traslado de la patana desde el puerto de Mariel, en la provincia de Artemisa, duró seis horas y estuvo a cargo de los remolcadores de la empresa Generación Caribe, informó la televisión estatal cubana.
La embarcación, junto a otras tres que fueron ubicadas en las proximidades de la central térmica Máximo Gómez Báez en Mariel, fueron contratadas a una empresa de Estambul, Turquía, especializada en esta modalidad de generación eléctrica, precisó el reporte.
La unidad que llegó a la bahía habanera aportará al SEN 130 MW y permitirá realizar mantenimientos programados a las desvencijadas termoeléctricas del país, dijo en Facebook la Unión Eléctrica (UNE).
"Sustituye diesel, uno de los combustibles más caros en la generación y representa el 7% de las cargas en el SEN", señaló el reporte televisivo.
Afirmó asimismo que ingenieros, arquitectos y técnicos del Ministerio de Energía y Minas proyectaron la infraestructura que permitirá la conexión de la generación móvil desde la bahía con el SEN antes de concluir el año.
"Ya hay un kilómetro construido y solo nos quedan los últimos 400 metros que debían esperar por la llegada de la patana. La subestación tiene todo el equipamiento montado para el ajuste y puesta en marcha de la embarcación, que permitirá ampliar la generación y disminuir los apagones", explicó un funcionario.
La llegada de esta embarcación a la bahía también despertó la curiosidad de los cubanos, que publicaron imágenes de esta en Facebook.
La contratación de las patanas constituyen el primer proyecto de Turquía en América Latina.
El gobierno cubano, presionado por el descontento popular que causan los continuos apagones, prevé reforzar la capacidad de generación eléctrica del país con estos equipos y de ese modo solventar la crisis energética y política.
Esta semana, el régimen admitió que colocaría la central flotante en la bahía de La Habana como solución emergente ante la crisis energética del país.
“Las instalaciones energéticas llevan mucho tiempo de construcción; cuando hay crisis energética hay que buscar soluciones que sean rápidas y que no comprometan el futuro”, explicó Lázaro Guerra Hernández, director técnico de UNE.
Detalló que “la tecnología de centrales flotantes se utiliza, normalmente, en situaciones de crisis. Siempre se trata que la generación propia asuma la demanda, pero en momentos de crisis energética mundial, que ha provocado déficit de generación en muchos lugares, se acude a esta tecnología”.
Las centrales flotantes en funcionamiento en Cuba, dijo el directivo, aportan el 7% de la electricidad total del país en un año, porcentaje que se incrementará hasta un 12% cuando entre en operaciones la patana de la bahía habanera.
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