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El vicepresidente cubano Salvador Valdés Mesa comentó, durante un recorrido por servicios de gastronomía y comercio en Camagüey, que los elevados precios en el país dependían de la “eficiencia” y el “ahorro” de los cubanos.
“Los precios hay que bajarlos siendo eficientes, ahorrando y siendo muy creativos en todo lo que se hace y con participación de los trabajadores, que cada cual dé el máximo”, dijo Valdés Mesa al visitar el reinaugurado parque “El Lago de los Sueños”.
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“Esa es la solución, yo creo que es muy buena la reapertura esta que se ha hecho en Camagüey, es una buena experiencia que se debe extender a todos los municipios y hacerla sostenible”, agregó.
Valdés Mesa estuvo acompañado de Ariel Santana, primer secretario del Partido Comunista de Cuba (PCC) en la provincia, indicó un reporte del noticiero de televisión oficialista.
“Seguir explotando a los trabajadores, 60 años con la misma historia y ese sueño prometido ni ha llegado ni llegará. Mucho repudio a los que piensan diferente y luego los invitan a invertir en Cuba y hacer negocios. Quién los entiende”, comentó un usuario en Facebook ante las declaraciones del vicepresidente.
Este año el gobierno cubano implementó el llamado “ordenamiento monetario”, una medida que, como reconocieron los propios funcionarios, traería consigo una inflación de los precios. El salario mínimo en Cuba aumentó a 2,100 pesos en moneda nacional, pero actualmente una sola libra de carne de cerdo se vende por cerca de 200 pesos, es decir, aproximadamente un 10 por ciento del sueldo más bajo.
Asimismo, los cubanos han lamentado los muy elevados precios en restaurantes y centros gastronómicos del país, además de un servicio y calidad deficientes en varios casos a pesar de los costos.
En octubre, muchos internautas se quejaron de cómo vivieron la reapertura de los servicios gastronómicos, fundamentalmente en La Habana, luego de las flexibilizaciones por la pandemia del coronavirus.
Prácticamente desde que arrancó el 2021, los ciudadanos de la isla han visto indignados cómo aumentan más y más los precios de los productos y servicios, sin siquiera percibir una mejora en la calidad de lo que compran o consumen.
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