Un médico cubano que se marchó de La Habana con la idea de asentarse en Europa, acabó varado en Turquía tras ser expulsado ilegalmente de Grecia, donde sufrió golpizas por parte de las autoridades.
Mario, nombre falso con el que brindó su testimonio al portal Mother Jones salió de Cuba el pasado 25 de septiembre rumbo a Moscú, como destino transitorio antes de llegar a Serbia y después a Grecia, país perteneciente a la Unión Europea donde pensaba que podría pedir asilo político.
Pero en suelo helénico, después de pagar altas sumas de dinero a coyotes, el anestesiólogo de 38 años fue detenido junto a otros compatriotas cuando viajaba a bordo de un autobús por las afueras de una pequeña ciudad llamada Polykastro.
Aunque todos dijeron que querían solicitar asilo, la policía griego les quitó sus pertenencias y los subió a una camioneta para llevarlos a un centro de detención donde pasaron la noche en celdas "miserables y malolientes".
A la mañana siguiente los llevaron a una base militar situada en la región de Evros, que linda con Turquía, donde los agentes los desnudaron y los golpearon con bloques de madera y porras de plástico. Luego, los trasladaron a una zona fronteriza boscosa, donde los migrantes tuvieron que quitarse los zapatos y caminar hasta llegar al río Evros. Fueron subidos a botes inflables que los transportaron al otro lado, a suelo de Turquía.
"Que esto podría suceder en una democracia y en Europa, no puedo creerlo", lamentó.
El médico forma parte de una comunidad de 34 cubanos en Estambul, todos expulsados forzosamente de Grecia. Vive junto con otros cuatro en un pequeño estudio pagado por una iglesia local, sin dinero ni documentos de identidad, que fueron robados por las autoridades griegas.
Lo peor, además del trauma del viaje en sí, es la desilusión de que algo como lo que sufrió pueda suceder a plena vista y que no hubiera nadie allí para protegerlo.
El artículo de Mother Jones detalla que en los últimos años, países fronterizos como Grecia, Croacia y Polonia han estado realizando operaciones de expulsión encubiertas para echar a los solicitantes de asilo, una práctica que es ilegal.
En Grecia en particular, los refugiados son echados hacia Turquía poco después de cruzar la frontera terrestre, pero también, como el caso de Mario, son apresados en el interior del país y forzados a irse.
En octubre, decenas de cubanos, entre ellos varios niños, fueron desalojados violentamente del aeropuerto de Zakynthos, en Grecia, luego de que este 27 de octubre las autoridades aeroportuarias les impidieran abordar un vuelo con destino a Italia, donde querían solicitar asilo político una vez que arribaran.
Una cubana de los integrantes del grupo denunció a CiberCuba el maltrato que sufrieron por parte de las autoridades, que los arrastraron por el suelo para tratar de sacarlos de la terminal.
"Ellos nos acorralaron, llegaron agresivos, a gritar, y empezaron a forcejear. Nosotros pidiéndoles que por favor, estaban las embarazadas, estaban los niños dando gritos, llorando muy nerviosos y a ellos no le importó eso", describió Leiyanis Alfonso Cárdenas.
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