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La activista cubana Saily González denunció este sábado que la policía política cubana ocupó su teléfono, un disco duro y sus earpods, durante la detención arbitraria de que fue víctima el viernes en la ciudad de Santa Clara.
En una publicación donde relata lo sucedido, la joven influencer señala que una teniente llamada Yamilé le comunicó en Instrucción Penal que ocuparían el teléfono, el disco duro donde la activista llevaba los Habeas Corpus de los familiares del manifestante del 11 de julio Andy García Lorenzo: Roxana, Jonatan, Pedro y Yenia; y los earpods, presuntamente “para hacerles un peritaje”.
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Afirma que allí le comunicaron que “son esos los artículos que según ella yo uso para delinquir”, explicó González, quien firmó un acta de ocupación de sus artículos personales.
La víspera, al conocerse su detención, fueron borrados varios tuit de González en los que ella anunciaba que se dirigía a la audiencia y al tribunal a entregar los Habeas Corpus; por lo que algunos de sus seguidores intuyeron que las autoridades habían ocupado su teléfono móvil.
Con su habitual sarcasmo y sentido del humor, la cubana contó que fue detenida por un hombre y cuatro mujeres que "parecían hienas", las cuales intentaron insultarla y la obligaron a desnudarse al llegar a la estación.
Denunció que el conductor del vehículo le "propinó una torcedura en la mano derecha", la cual terminó hinchada, a pesar de que ella no se resistió a la detención arbitraria.
"Tuve que llamarle la atención para que dejara de excederse en el uso de la fuerza contra mi que, no sé si saben, mido 1.64cm y peso 52kg. Por suerte me hizo caso y fuera de la mano derecha hinchada, mi mano más querida por cierto, no tengo más daños físicos", describió González.
En el interrogatorio le preguntaron dónde estudió, dónde trabajaban sus padres, cómo se llevaba con ellos y si estaba de acuerdo con el "proceso revolucionario", tras lo cual le informaron que había sido detenida para "notificarle" que sería acusada de "desacato" por escribir en redes sociales la consigna “Díaz-Canel Singao”.
"En cualquier caso no entiendo cómo poner en redes o decir “Díaz-Canel Singao” es algo diferente a expresarse libremente. Lamentablemente Cuba es un país donde cientos de personas, en su mayoría jóvenes, están siendo ya no acusados, sino juzgados precisamente por decirlo el 11 de julio", escribió.
Tras mantenerla en un "cuarto frío", que según González no estaba tan frío gracias al mal estado del aire acondicionado, fue multada con 3,000 pesos (unos 120 dólares al cambio oficial) por violación del Decreto Ley 370.
Dijo que en ese cuarto frío la silla de los acusados estaba fijada al piso con cemento, y notó que "de pronto habían aparecido en el cuadrado de tabla de al lado mío, rayados con algo filoso sobre la pintura carmelita veteada que lo cubría, ocho letreros que decían “Patria y Vida”, uno que decía “Libertad para los presos políticos” y otro de “Abajo la dictadura”. ¿Quién los habrá dejado ahí?", se preguntó la activista.
Por último, relató que de regreso a su casa, una de las agentes se puso a ver el programa de Alexander Otaola desde Miami.
"Aproveché para comentarle lo bien que le hacía al pueblo de Cuba un programa donde se contaban tantas verdades y se abrían tantos ojos. Dice ella que Otaola habla mal de mí, y eso los tiene muy contentos... cuando vuelva a tener teléfono propio voy a proponerle a Alexander Otaola resolver este asuntico", subrayó.
Al final de su mensaje dijo que la familia de García Lorenzo, detenida en horas de la mañana del viernes para impedirles asistir a la última audiencia del juicio contra los manifestantes del 11J en Santa Clara, también fue multada con 3000 pesos; y a Jonathan y Roxana también les ocuparon sus teléfonos. Tampoco les devolvieron sus documentos de identidad.
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