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El presidente estadounidense Joe Biden anunció este martes que Estados Unidos acogerá la IX Cumbre de las Américas en la ciudad de Los Ángeles el próximo junio, y dijo que el foro hemisférico estará centrado en buscar alternativas para "un futuro sostenible, resiliente y equitativo" en el hemisferio.
"Los intereses nacionales vitales de Estados Unidos están inextricablemente ligados a la suerte de nuestros vecinos más cercanos en las Américas. Para ello, la capacidad de nuestras democracias para cerrar la brecha entre lo que prometemos y lo que cumplimos depende en gran medida de lo que hagamos, juntos, para mejorarlo", dijo Biden en un comunicado emitido por la Casa Blanca.
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La pregunta que queda sobre el escenario hemisférico es si países como Cuba y Venezuela, cuyas políticas y gobernantes han estado sometidos a severas críticas y tensiones bilaterales con la administración Biden, estarán invitados al cónclave.
Se estima que Washington debe mantener a ambos países como invitados a pesar de las agudas diferencias políticas que enfrenta a la administración de Biden con el régimen de Miguel Díaz-Canel, por las violaciones de derechos humanos y el agravamiento de la represión, así como la confrontación abierta con el gobierno de Nicolás Maduro, quien además está reclamado por la justicia estadounidense bajo acusaciones de narcotráfico.
Este miércoles, un alto funcionario del Departamento de Estado dijo a CiberCuba que la decisión de invitar a líderes del continente era potestad de la Casa Blanca.
"La Casa Blanca decidirá a qué líderes invitar a Los Ángeles y qué países serán invitados", dijo el funcionario, que declinó ofrecer más detalles sobre el asunto.
Sin embargo, una fuente en Washington dijo a CiberCuba que el criterio mayoritario dentro de la administración es extender la invitación a ambos países y favorecer una discusión sobre asuntos fundamentales para el futuro del hemisferio.
"Aunque este es un tema espinoso que deberá tener una definición en las próximas semanas y que tendrá en cuenta la evolución en las relaciones con ambos países", manifestó la fuente que pidió anonimato.
Por lo pronto, la inclusión de Cuba y Venezuela en la agenda de la reunión continental va a ser tema de polarización partidista, especialmente en un año marcado por las elecciones de medio término, en noviembre de 2022, las cuales pudieran definir el rumbo de la administración Biden en caso de que los demócratas cedan la mayoría en la Cámara de Representantes o el Senado.
El senador cubanoamericano Marco Rubio fue el primero en manifestar su oposición a que Biden curse invitación a Cuba para su asistencia a Los Ángeles.
"Biden enfrentará una intensa presión por parte de los simpatizantes del régimen cubano para usar la próxima Cumbre de las Américas en beneficio del régimen de La Habana. Bajo ninguna circunstancia debe invitarse a la dictadura de Castro y Díaz-Canel a Estados Unidos y dejar que ellos -o algún emisario- participe en la cumbre", dijo Rubio en una declaración enviada a CiberCuba. "Permitirlo sería denigrante a las democracias del hemisferio y le serviría al régimen cómo una enorme victoria de relaciones públicas tras la represión desatada el 11J, los injustos juicios en curso y los arrestos a todos los defensores de la democracia en la isla".
Rubio sugirió que "mas bien, la administración Biden debería elevar las voces de los presos políticos y de conciencia que siguen injustamente detenidos".
El tema de la participación de Cuba en la Cumbre en territorio estadounidense había estado sobre la mesa de discusiones entre políticos y analistas desde antes de la llegada de Biden a la Casa Blanca. Algunos asesores y grupos de expertos consideraban que esta sería una oportunidad para que el presidente estadounidense se reuniera con Díaz-Canel con la perspectiva de mejorar las relaciones bilaterales, pero esta opción parece haberse erosionando después de las manifestaciones ocurridas en Cuba el pasado 11 de julio y la posterior escalada de tensiones entre La Habana y Washington.
Cuba fue incluida por primera vez como país invitado a una Cumbre de las Américas en 2015, en Ciudad de Panamá, adonde compareció Raúl Castro. Una delegación cubana, encabezada por el canciller Bruno Rodríguez Parrilla, asistió al foro hemisférico en Lima, Perú, en 2018.
La IX Cumbre tenía calendario inicial para finales de 2021, pero fue aplazada con motivo de las restricciones de la pandemia.
"Estados Unidos acogerá la Novena Cumbre de las Américas en Los Ángeles, California, en junio de 2022, centrada en 'construir un futuro sostenible, resiliente y equitativo' para nuestro hemisferio", dijo Biden en su declaración.
El presidente estadounidense recordó que la Cumbre de las Américas es la única reunión hemisférica de líderes de los países de América del Norte, América del Sur, América Central y el Caribe, y señaló que el liderazgo de Estados Unidos subraya "nuestro profundo e histórico compromiso con los pueblos del hemisferio occidental".
"Trabajando con la ciudad de Los Ángeles, el alcalde de Los Ángeles, Eric Garcetti, y el gobernador de California, Gavin Newsom, Estados Unidos espera convocar a líderes y partes interesadas de todo el hemisferio para avanzar en nuestro compromiso compartido con la prosperidad económica, la seguridad, los derechos humanos y la dignidad", manifestó el mandatario.
No es la la primera vez que Estados Unidos acoge la reunión de jefes de Estado del continente, pues la cumbre inaugural se realizó en Miami en 1994.
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