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Las autoridades cubanas confirmaron la falta de leche en polvo para cubrir las necesidades de personas con dietas médicas en todo el país y reconocieron la aplicación de “soluciones no tradicionales” para abastecer “algunos territorios” con este alimento esencial.
“Hay otro grupo de consumidores como las personas que tienen dietas médicas que no ha sido posible su entrega a partir de no disponer de financiamiento para asegurarlas”, indicó este sábado una nota informativa del Grupo Empresarial de la Industria Agroalimentaria (GEIA), publicada en redes sociales.
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El déficit de leche en polvo que enfrenta Cuba, reconocido pública y oficialmente desde septiembre de 2021, persiste y ha dejado desabastecidos a amplios sectores de consumidores de este producto que desde hace años sustituye la leche pasteurizada, cuya producción nacional ha caído en picado.
“Se considera importante resaltar que la distribución en algunos territorios se ha visto fraccionada por lo que ha sido necesario incluir leche de otros mercados no tradicionales, generando cambios en su modo de preparación, lo cual se ha informado territorialmente a la población implicada”, aclaró la nota del GEIA.
Aunque no se refiere a ello de forma directa, la información parece aludir a una de las preocupaciones manifestadas por los consumidores de estas “soluciones no tradicionales”, fundamentalmente madres con niños menores de siete años, los únicos contemplados por el gobierno en el suministro racionado de leche.
Esta semana se conocía la protesta expresada en redes sociales por un grupo de madres holguineras preocupadas por “la mala calidad de la leche en polvo que se le expende a los niños menores de siete años y que ha llegado a provocar diarreas y vómitos en muchos pequeños”. La nota del GEIA dando cuenta de estas “soluciones no tradicionales” parece ofrecer respuesta a las preocupaciones expresadas por ellas.
“Además al ser vendida a granel, favorece el robo y la adulteración”, señalaron también las madres holguineras. Las quejas de estas madres son comunes a las que, por todo el país, expresan madres inquietas por la apariencia de la leche suministrada a sus pequeños, así como por los efectos que provoca en sus digestiones.
“La leche es un asco”, dijo una madre a CiberCuba, aportando fotos del producto, que describió como “un cemento blanco”, asegurando que la leche destinada a los diabéticos es la que están distribuyendo a los niños.
Una madre y doctora consultada por esta redacción expresó su “preocupación como madre y médico por la calidad inadecuada de la leche” normada que, asegura, es descremada. La doctora advirtió que, de continuar con esta dieta, “las consecuencias nutricionales van a hacerse sentir en muy poco tiempo, pues los nutrientes y vitaminas contenidas en la leche entera son vitales para el crecimiento y desarrollo en estas edades”.
“Como se ha venido informando a nuestra población durante los últimos meses, se realiza una actualización del comportamiento de la distribución de Leche en Polvo para los niños menores de 7 años, lo cual se ha concluido en el mes de enero en todo el país y se puntualizan las acciones necesarias para asegurar la distribución correspondiente del mes de febrero”, dijo la nota informativa del GEIA.
El mensaje, confuso y evasivo, no dice nada sobre cuáles son las “acciones necesarias” que emprenderá el gobierno para asegurar la distribución de leche en polvo para niños correspondiente del mes de febrero. La “actualización del comportamiento de la distribución de Leche en Polvo para los niños menores de 7 años” es fácil de realizar: está a la venta en las tiendas MLC.
A finales de diciembre, el gobierno cubano informó que el año 2022 comenzaría sin poder cubrir las dietas médicas de leche en polvo, destinadas a personas con problemas de salud graves o crónicos.
En declaraciones a Radio Reloj, la ministra de Comercio Interior, Betsy Díaz Velázquez, reconoció que, de todos los productos de la canasta básica, la leche en polvo es el que tiene más dificultad para cumplir con las entregas, debido a la interrupción en los ciclos de aprovisionamiento a la red de bodegas, por la demora en el arribo al país del alimento importado.
"Hoy las disponibilidades que hemos logrado tener en el país, a partir de la alta dependencia de las importaciones, no nos han permitido, ni nos permitirán en el corto plazo, estamos diciendo en el mes de enero, respaldar los consumos de las dietas médicas", anunció. Con la información publicada este sábado por el GEIA, el "corto plazo" que decía la ministra se extiende ahora hasta febrero.
En octubre, Díaz Velázquez esgrimía el "bloqueo" para justificar esta situación. Según explicó, la situación se prolongaría "hasta diciembre, debido a que [la leche] se está trayendo de lugares muy lejanos como Nueva Zelanda, ya que el bloqueo norteamericano nos impide comprarla en el mercado estadounidense”. Una explicación falsa, ya que es público y notorio que Cuba puede comprar a Estados Unidos alimentos siempre que los pague en efectivo.
Este sábado, el gobierno cubano admitió que no puede abastecer de leche en polvo a los pacientes con necesidad de dietas médicas "por falta de financiamiento". La explicación no es consistente con la ofrecida por la presidenta del Banco Central de Cuba en junio pasado.
"El banco cubano tiene dólares que no puede depositar en sus cuentas en el exterior y esto trae un problema para el correcto desenvolvimiento de la economía del país", dijo Marta Sabina Wilson justificando la decisión de suspender temporalmente la aceptación de depósitos bancarios en efectivo de dólares estadounidenses.
Entre explicaciones confusas y contradictorias, el régimen cubano sigue sin rendir cuentas por la escasez de alimentos, el desabastecimiento, la pobreza y la desigualdad generadas por su ordenamiento económico que deja, otro mes más, a decenas de miles de cubanos enfermos sin la posibilidad de ingerir el alimento que prescriben sus tratamientos.
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