El gobernante cubano Miguel Díaz-Canel justificó este lunes la invasión militar de Rusia a Ucrania tras considerar que "han llevado a ese país a una situación límite".
"El conflicto pudo evitarse si se hubieran atendido con seriedad y respeto los reclamos de garantía de seguridad de Rusia. Pensar que permanecería inerme ante el cerco militar ofensivo de la OTAN, es por lo menos irresponsable. Han llevado a ese país a una situación límite", expuso el mandatario cubano este lunes en su cuenta de Twitter.
Apuntó que "se ha establecido un cerco militar ofensivo contra la Federación de Rusia" y que "durante décadas ha habido un empeño consistente de Estados Unidos por expandir su dominio militar y hegemónico, mediante la continuada expansión de la OTAN hacia los países de Europa del Este".
Sin embargo, en ninguno de sus tuits, el gobernante cubano hizo la más mínima alusión al devastador impacto que está ocasionando en Ucrania y su pueblo la invasión iniciada por el gobierno de Vladimir Putin, el 24 de febrero pasado.
Díaz-Canel obvia en su declaración en redes sociales, la estela de muerte y destrucción que ha dejado en los últimos 12 días la ofensiva rusa sobre Ucrania, por aire, tierra y mar; con un saldo, además, de más de un millón 700 mil refugiados, según cifras reveladas este lunes por la ONU.
En cambio, sí parece considerar una víctima a Rusia y defender su agresión a una nación soberana, cuando señala que "continuar utilizando sanciones económicas, comerciales y financieras como instrumento de presión contra cualquier país, no resuelve la actual crisis, sino que echa más leña al fuego y agrava la situación económica, resentida ya por estos difíciles dos años de pandemia".
No obstante, Díaz-Canel aseguró que su gobierno defiende la paz "en todas las circunstancias" y se opone "sin ambigüedades al uso de la fuerza contra cualquier Estado", en la misma sintonía con lo expresado por el representante permanente de Cuba en Naciones Unidas, Pedro Luis Pedroso Cuesta, durante la sesión de emergencia de la Asamblea General de la ONU por la situación ucraniana.
"Cuba defiende firme y consistentemente el Derecho Internacional, la Carta de las Naciones Unidas y la Proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz, que fue firmada por los Jefes de Estado y de Gobierno en La Habana, en el año 2014", expuso en el mismo hilo sobre el tema en Twitter.
Aseveró que su gobierno "tiene absoluta claridad sobre el valor y el principio de las normas internacionales, que sirven de protección contra el unilateralismo, el imperialismo, el hegemonismo y los intentos de subyugar a los países en desarrollo".
Igualmente, prometió que seguirán "abogando por una solución diplomática seria, constructiva y realista, de la actual crisis en Europa, por medios pacíficos que garanticen la seguridad y soberanía de todos".
Dijo, además, que habrá otra oportunidad para analizar estos temas altamente sensibles con mayor profundidad, y que confía en que "el pueblo cubano continúe atento a los hechos, en el difícil esfuerzo de distinguir la verdad de la manipulación, entre tanta información que se difunde".
La postura del mandatario cubano transita por la misma cuerda que lo recién expresado ante las Naciones Unidas por el embajador cubano permanente en ese organismo, quien aseguró ante el plenario que “el empeño estadounidense en continuar la progresiva expansión de la OTAN hacia las fronteras de la Federación de Rusia ha conducido a un escenario con implicaciones de alcance impredecible, que se pudo evitar”.
Pedroso Cuesta señaló también que “son conocidos los movimientos militares realizados por Estados Unidos y la OTAN en meses recientes hacia regiones adyacentes a la Federación de Rusia, precedidos de la entrega de armas modernas a Ucrania, lo que de conjunto equivale a un cerco militar progresivo”.
Según el funcionario, “fue un error ignorar durante décadas los fundados reclamos de garantías de seguridad por parte de la Federación de Rusia y suponer que ese país permanecería inerme ante una amenaza directa a su seguridad nacional”.
También señaló que “la historia exigirá responsabilidad al gobierno de Estados Unidos por las consecuencias de una doctrina militar crecientemente ofensiva fuera de las fronteras de la OTAN, que amenaza la paz, la seguridad y la estabilidad internacionales”.
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