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Como si no fuera poco con la crisis alimentaria que enfrenta el país, gran parte de la población sufre además la agonía de no tener medios para elaborar los alimentos.
En Santiago de Cuba, sus residentes deben pasar largas horas haciendo cola en los puntos de venta de gas licuado para tratar de adquirir una de las conocidas "balitas", pero a menudo deben regresar a sus casas con las manos vacías.
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Los ciclos de distribución se extendieron a 15 días y solo se están entregando unos 120 cilindros, cuando lo normal es que la cifra diaria supere los 200.
Mientras, en el mercado informal se comercializan balas de gas tanto llenas como vacías, a un precio que ha llegado ya a los 5,000 pesos.
Lisette González Sardina, directora de la división territorial de comercialización de combustibles en la provincia, dijo al periódico local Sierra Maestra que los problemas en la distribución del gas licuado se deben al déficit de cilindros.
La situación es crítica en el municipio cabecera, "justamente por la alta demanda y elevado número de puntos existentes", señaló.
El reportó cuestionó esa falta de envases, si cuando los clientes compran tienen obligatoriamente que llevar otro vacío de repuesto.
Según José Manuel Jústiz Madrigal, jefe de área de gas licuado, la reparadora de Matanzas, que repara y fabrica balas nuevas, entrega una parte de las que se necesitan, pero su nivel de producción depende de la materia prima, que es importada. El resto de las balitas también se importa.
"Los vacíos tienen un período de rotación de 10 años, además, se realiza periódicamente una revisión y supervisión de su estado técnico, y cuando no cumplen con las normas establecidas se sacan de circulación inmediatamente", detalló.
La empresa asegura que solo se pueda adquirir una bala por cliente y cinco para los cuentapropistas.
La venta de gas licuado afronta dificultades en todo el país.
En marzo, la empresa de comercialización de combustible (CUPET) en el municipio Las Tunas inició la venta online de gas licuado a través de la aplicación EnZona, con servicio a domicilio incluido, a 241,60 pesos, casi 62 pesos más que su precio normal.
La cantidad de las llamadas "balitas" está en dependencia de la demanda de la población y de las capacidades de distribución, que corre a cargo la empresa privada Durkal, de la que no se ofrecieron detalles.
Recientemente, los espirituanos criticaron una oferta de CUPET para el 14 de febrero, que solo incluía la venta de gas a través de EnZona o Transfermóvil, una iniciativa que estimularía el comercio virtual pero iba en detrimento de las necesidades de la población, pues no todos los cubanos tienen acceso a Internet.
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