La Unión Eléctrica aseguró este miércoles que, con la incorporación de las unidades averiadas de Nuevitas y Felton, el sistema eléctrico nacional ya no sufre apagones por déficit de generación.
No obstante, la empresa estatal explicó que el restablecimiento de la capacidad de generación no evitará apagones, ya que, el sistema eléctrico cubano, “con predominio de líneas aéreas, son comunes las afectaciones en la red por averías en las vías de distribución o por mantenimientos planificados”.
En declaraciones al Noticiero Nacional de Televisión, el director técnico de la Unión Eléctrica (UNE), Lázaro Guerra Hernández, informó del restablecimiento del servicio en todo el archipiélago luego de la incorporación de la Unidad 5 de la Central Termoeléctrica (CTE) Diez de Octubre, de Nuevitas, y la 1 de la CTE Lidio Ramón Pérez, de Felton, en Holguín, que aporta 260 megawatts al sistema.
“Como estaba previsto, con estas incorporaciones, ya no hay afectaciones por déficit de generación”, dijo Guerra Hernández. “Pero siguen ocurriendo apagones”, preguntó el periodista, dando pie a la explicación del director técnico de la UNE sobre la antigüedad y precariedad de la red de suministro eléctrico como causa de los apagones.
El reciente aumento de los apagones en Cuba debido a problemas técnicos y averías en las principales y añejas centrales termoeléctricas (CTE) del país, provocó suspicacia entre la población sobre las verdaderas causas de los cortes eléctricos. Muchos cubanos expresaron sus sospechas que, tras la explicación oficial, se escondía la verdadera razón de los apagones: la crisis económica en el país que impide al gobierno comprar el combustible necesario para la generación eléctrica.
La ola de roturas y mantenimientos técnicos de las CTE a lo largo del país han provocado un aumento de los apagones y de su duración, aumentando el malestar de una población cada día más agobiada por las dificultades del día a día.
La vuelta de los apagones a la cotidianeidad de los cubanos se produce en medio de una agravada crisis interna por las carencias de productos básicos, el encarecimiento de los alimentos y hondos problemas con los suministros de medicamentos y otros servicios públicos.
No es la primera vez que el fantasma de los apagones se cierne sobre el país en fechas recientes. Durante todo marzo la generación de electricidad en Cuba se ha mantenido inestable y los cortes del servicio han sido frecuentes, sobre todo a partir de los problemas presentados por la termoeléctrica del Mariel tras el incendio en una de sus unidades, y las constantes averías en la "Antonio Guiteras" de Matanzas.
El déficit de combustible en Cuba se debe a la reducción de las importaciones de Venezuela y otros países por debajo de los niveles históricos, así como al alza de los precios mundiales impulsados por la invasión de Rusia a Ucrania. Segú Reuters, Cuba está batallando por cubrir este déficit de diésel y gasolina que ha provocado largas filas frente a las estaciones de servicios.
En cuanto a la próxima llegada al país de una quinta planta flotante para la generación, proveniente de Turquía, Guerra Hernández afirmó que reforzará el sistema eléctrico con 15 megawatts y servirá para almacenar el combustible que requiere otra central flotante más potente.
Sin embargo, a pesar de haber solucionado el déficit de generación y haber incorporado nuevas unidades, la sombra oscura de los apagones sigue amenazando la cotidianeidad de los cubanos, no porque el gobierno esté quebrado y su reputación lo aleje de los mercados financieros, sino porque el “predominio de líneas aéreas” en el país no garantiza un suministro estable.
En octubre de 2021, el régimen cubano dijo que necesitaba 250 millones de dólares al año para acabar definitivamente con los apagones, una suma de dinero con la que no contaba y cuya inexistencia obligaba a una reducción de gastos en el servicio como única alternativa ante la crisis energética que vive el país.
Lo reconoció el vice primer ministro, Ramiro Valdés Menéndez, en una reunión gubernamental, indicando que el ahorro de electricidad es la “mejor respuesta en esta y en circunstancias normales”. “Tenemos que trabajar con los recursos con que contamos ”, subrayó.
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