Darren Harrison, el pasajero sin experiencia de vuelo que aterrizó exitosamente un avión en Florida el pasado 10 de mayo, dijo que “la mano de Dios estaba en ese avión, eso es lo único a lo que puedo atribuirlo, no hay otra explicación para ello”.
El hombre de 39 años, que tomó el control de un Cessna luego de que el piloto cayera inconsciente, se refirió al suceso en que se vio envuelto como “una situación de vida o muerte” donde “o haces lo que tienes que hacer o vas a morir”.
Harrison explicó, en una entrevista para NBC News, que volvía de un viaje de pesca en Las Bahamas cuando el piloto le comunicó a él y al otro pasajero con quien viajaban que “no se sentía bien” para inmediatamente caer inconsciente.
“En ese momento, supe que, si no reaccionaba, moriríamos”, relató Harrison, quien se las arregló para alcanzar el cuerpo del piloto y colocar sus brazos sobre él para agarrar los controles, comenzando lentamente a “tirar hacia atrás de la palanca y girar”.
El hombre logró estabilizar el avión que avanzaba en picado a una “velocidad muy rápida” sobre el océano abierto.
Al ser cuestionado sobre cómo pudo tener la destreza para reaccionar en esa situación, Harrison respondió que “solo por sentido común, supongo, estando en los aviones, porque sabía que si subía y tiraba el avión se descompensaría. También sabía que probablemente íbamos demasiado rápido y que arrancaría las alas del avión”.
Harrison recuerda el momento antes de que estableciera contacto con los controladores aéreos como el más aterrador de toda la situación.
Aunque, luego del aterrizaje irregular, confesó que “sorprendentemente, me sentí muy cómodo con el avión y dije por radio: ‘Me siento muy seguro con los frenos y todo lo demás, ¿quieren que me salga de la pista para que pueda despejar esta cosa?’”.
Una vez que la maniobra terminó, el improvisado piloto agradeció al instructor de vuelo que lo había guiado a través de todo el proceso y pronunció la oración más fuerte de toda su vida para dar gracias por salir de todo y pedir por la salud del piloto.
Las grabaciones de audio de ese día, a las que tuvo acceso NBC News, recogieron el momento en que Harrison se comunicó por radio con la torre de Fort Pierce, en el Aeropuerto Internacional de la Costa del Tesoro, Florida, y avisó que el piloto estaba incapacitado y él no tenía experiencia de vuelo.
“Tengo una situación grave aquí. Mi piloto ha quedado inconsciente. No tengo ni idea de cómo pilotar el avión”, dijo.
Harrison fue guiado por los controladores aéreos y un instructor de vuelo en su travesía desde aproximadamente 20 millas (32.2 kilómetros) del aeropuerto de Boca Ratón sobre el Atlántico hasta el aterrizaje.
“Le indicaron que volara en línea recta y que iniciara un descenso gradual que diera tiempo al control de tráfico aéreo a localizar el avión”, según explicaron autoridades aéreas de Florida.
Aunque el descenso fue un poco tambaleante, el hombre logró aterrizar la aeronave de forma segura en la pista del Aeropuerto Internacional de Palm Beach sobre el mediodía.
Harrison se dirigía a casa para ver a su esposa embarazada y despegó, en la mañana, del Aeropuerto Internacional Leonard M. Thompson en Marsh Harbor, en Bahamas.
En un clip de audio publicado por CNN se escucha a un controlador decir a un piloto de American Airlines que esperaba su turno para despegar: “Acabas de presenciar a un par de pasajeros aterrizar ese avión”.
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