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El gobernante cubano Miguel Díaz-Canel confirmó este lunes lo que todos los cubanos saben desde hace semanas: que la situación del suministro eléctrico en Cuba “sigue siendo muy tensa”, pero agradeció al pueblo “por la resistencia”.
“La situación energética del país sigue siendo muy tensa, a causa de roturas en algunas plantas y la salida programada de otras para su mantenimiento. Han sido dos años extremadamente duros, entre pandemia y bloqueo recrudecido”, dijo a través de sus redes sociales el también primer secretario del Partido Comunista de Cuba.
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Con su mensaje, el gobernante designado por el dictador Raúl Castro avisó que los apagones que ahora sufren los cubanos continuarán y posiblemente aumentarán, debido al pico de demanda que experimenta el Sistema Electroenergético Nacional (SEN) con la llegada del verano.
El pasado martes, la Unión Eléctrica de Cuba (UNE) informaba que los apagones sufridos por los cubanos en las últimas jornadas se debían a un déficit en la generación de energía, tras un “conjunto de coincidencias” en el SEN que habían provocado una ola de cortes del suministro eléctico por todo el país.
“Un conjunto de coincidencias hacen que no tengamos suficiente capacidad de generación para cubrir toda la demanda, y por eso es por lo que se comienza a afectar el servicio en todo el país”, apuntaba en la emisión estelar del NTV el director Técnico de la UNE, Lázaro Guerra.
Al parecer, el “conjunto de coincidencias” todavía no ha sido resuelto por las autoridades cubanas ni por los gestores de la gran empresa estatal que monopoliza el servicio eléctrico en Cuba. Pero el voluntarismo del burócrata Díaz-Canel es típico de los “cuadros” formados en la Ñico López, impermeable a la realidad y de entusiasta agitador de la emulación socialista.
Desde el aire acondicionado de su despacho o Mercedes Benz, el líder de la continuidad alzó el puño y ofreció esperanza. “Inicia una semana en la que seguiremos trabajando a brazo partido para estabilizar el servicio. Gracias a los trabajadores del ministerio de Energía y Minas por el tremendo esfuerzo que hacen para mejorar en el menor tiempo posible la situación”, expresó.
“Gracias a nuestro pueblo, por la resistencia”, añadió el gobernante cubano, sin asumir ninguna responsabilidad del ejecutivo que preside por el descalabro energético del país, y sin reparar en que el pueblo al que agradece la “resistencia”, agradecería vivir tranquilo, sin apagones diarios, después de sesenta años “resistiendo” el desgobierno de la dictadura.
“La situación energética sigue siendo muy tensa”, admitió Díaz-Canel este lunes, luego de que su esposa, la funcionaria del ministerio de Cultura, Lis Cuesta, se declarara este domingo con "el corazón en modo estropajo por los agobiantes apagones" en Cuba. Frente a la banalidad y la cursilería de una, la bobalicona solemnidad del otro… y en Siboney, la casa sin barrer.
Con más de las tres cuartas partes de los bloques de generación de energía “fuera del ciclo de mantenimiento capital” (16 de 20 bloques), los directivos de la UNE achacaron el pasado viernes al “bloqueo” estadounidense y sus “limitaciones financieras” las responsabilidades por la inestabilidad en el suministro y la “complejidad de la situación” en el SEN.
“La situación del SEN sigue siendo compleja. Inciden varios factores en la vulnerabilidad de los bloques térmicos, entre los principales están las limitaciones financieras y el bloqueo impuesto por el gobierno de los Estados Unidos a nuestro país, que han impedido realizar los mantenimientos requeridos de forma oportuna”, indicaron en un comunicado.
Compleja y tensa es la situación del suministro energético en Europa occidental con la invasión rusa a Ucrania y la dependencia del gas ruso; y no hay apagones. Los apagones en Cuba no son culpa del “bloqueo”, sino de un régimen que impuso violentamente un modelo económico y social que arruinó el país, pero que les sirvió como herramienta de control social al servicio de su voluntad de perpetuarse en el poder.
Antes que reconocer su responsabilidad por la crisis generalizada de Cuba y el colapso del sistema eléctrico nacional, los gobernantes cubanos seguirán buscando culpables y enemigos externos, y “quemando un combustible muy agresivo” para producir electricidad para el turismo y “horas de luz” para el resto de los mortales, es decir, los cubanos de a pie. Para ellos, la gratitud de Díaz-Canel... “por la resistencia”.
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