Cuba vendió más de 1,300 millones de dólares en sangre, derivados y órganos humanos

Brasil sufrió una estafa de 515 millones de dólares norteamericanos, amparada en un acuerdo entre La Habana y el presidente Lula da Silva.

Donante cubana de sangre © Twitter / Presidente Díaz-Canel
Donante cubana de sangre Foto © Twitter / Presidente Díaz-Canel

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Este artículo es de hace 2 años

El gobierno castrista vendió sangre y sus derivados; tejidos y órganos humanos por valor de 1,323 millones de dólares norteamericanos, entre 1995 y 2019, según una investigación de la ONG Archivo Cuba (AC) sobre negocios de La Habana en el ámbito sanitario, que recoge las extracciones forzosas a presos y fusilados y continúa abierta.

AC reveló parte de su investigación a CiberCuba, a raíz de las donaciones voluntarias de cubanos conmovidos por la explosión del hotel Saratoga, que provocó 46 muertos y 99 heridos; pero que desconocen el negocio millonario del gobierno con la venta de sangre y sus derivados, tejidos, glándulas y órganos humanos, explicó su directora ejecutiva María Werlau.


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Una parte de los tejidos, glándulas y órganos vendidos podrían ser derivados de animales u obtenidos artificialmente en laboratorios, según la experiencia de expertos consultados; pero no existen cifras que deslinden la procedencia de uno y otro producto exportado por el gobierno cubano, precisó Werlau; que está finalizando las cifras de 2020.

La investigación de Archivo Cuba está basada en fuentes primarias, bases de datos internacionales sobre el comercio y la donación/trasplantes de órganos; trabajos y artículos académicos de la comunidad científica cubana e internacional; informes de organismos internacionales y de los sistemas nacionales de salud de varios países; declaraciones de personalidades del gobierno cubano, autoridades de salud pública y representantes de entidades involucradas en diferentes aspectos del negocio; sitios web de instituciones y entidades médicas, científicas.

En sangre y derivados, Cuba exportó 808 millones de dólares; mientras que en tejidos, glándulas y órganos humanos, la cifra alcanzó 515 millones, detalló AC en su informe, casi en paralelo a un comunicado de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) anunciando que Cuba es uno de los pocos países de las Américas que tienen 100% de donaciones de sangre voluntarias.

Hasta la crisis económica por el derrumbe de la Unión Soviética, muchos cubanos donaban su sangre gratuitamente a familiares y amigos que debían someterse a una operación quirúrgica, pero el Período Especial en Tiempos de Paz, generó un mercado interno irregular, que ahora cotiza en dólares norteamericanos o euros, principalmente; o sus equivalentes en pesos cubanos.

Tras el derrumbe por una explosión de origen aun desconocido en el hotel Saratoga; y cuyos indicios conducen a una sucesión de negligencias del conglomerado militar-empresarial Gaesa, el presidente Miguel Díaz-Canel insistió en la importancia de las donaciones de sangre solidarias, movilizando incluso a activistas y periodistas independientes.

El Programa Nacional de Sangre cuenta con 46 bancos, de ellos 15 provinciales, 31 municipales y 168 centros de extracción de sangre, y 100 destacamentos de donantes voluntarios, según su jefa, la doctora Ester Porto González, funcionaria del Ministerio de Salud Pública (MINSAP), que no incluyó las unidades móviles, instaladas en autobuses modificados internamente para extraer sangre.

En diferentes períodos; entre 1995 y 2019; y teniendo en cuenta la opacidad de las operaciones, los países que más sangre humana y derivados compraron a Cuba son Brasil (134,3 millones de dólares norteamericanos), Venezuela (104), Argentina (87,9), Colombia (82,8), Irán (65,3), Rusia (54,7) Ecuador (25,7) y Bielorrusia (23,9).

Fraude de 515 millones de dólares con la Eritropoyetina humana recombinante

En el ámbito de las exportaciones de tejidos, glándulas y órganos humanos, Cuba no publica estadísticas; aunque la investigación de AC detectó que el mercado casi exclusivo fue Brasil con 515 millones de dólares norteamericanos, en el período 2005-2017.

A finales de 2017, el ministro de Salud de Brasil, Ricardo Barros, denunció ante una audiencia del Congreso Federal, que un acuerdo de 2004 para comprar Eritropoyetina humana recombinante a Cuba, utilizada para tratar la anemia derivada de la insuficiencia renal crónica, "había costado a Brasil 515 millones de dólares en 12 años y no había tenido sentido".

El acuerdo, entre la empresa cubana Cimab S.A. y la brasileña Bio-Manguinhos, perteneciente a la Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz), debía permitir la producción local en Brasil, mediante transferencia de tecnología desde La Habana, que no se llegó a materializar y la empresa solo se dedicó a envasar la Eritropoyetina cubana; pese a que podría haberse comprado a un precio mucho menor en Brasil, donde ya se producía.

La "Revista Cubana de Farmacia" explica que la Eritroproyectina recombinante, categorizada para usos inmunológicos y factores de crecimiento hematopoyético; en bulbos de un mililitro, contiene 2.5 miligramos de albúmina humana, 5.8 mg de citrato de sodio; 5.8 mg de cloruro de sodio; 0.06 mg de ácido cítrico; 0.22 mg de polisorbato 20 y agua para inyección.

"Estos negocios de exportación no eran conocidos siquiera por veteranos estudiosos de Cuba y estaba esencialmente ausente de las referencias públicas de los funcionarios, académicos y otras autoridades cubanas", pese a que Cuba vende sangre y otros productos humanos desde los años 60, explicó Werlau.

En 1996, con el negocio de venta de sangre humana y derivados en marcha, desde hacia más de tres décadas, Fidel Castro comentó en el acto por el 36 aniversario de los CDR, celebrado en Sancti Spíritus:

"(Juan) Contino hizo referencia a ese trabajo. El nos explicaba la cuestión de las donaciones de sangre: más de medio millón de donaciones, récord histórico. Como él reconoció con justicia, esto se debe al trabajo de muchos, pero sabemos que el peso fundamental en la cuestión de las donaciones de sangre lo tienen los Comités de Defensa de la Revolución.

"Se dice una cifra y cuando él hablaba yo meditaba qué significan 508,000 donaciones, cuánto valen. Se puede calcular, hay algunos países en que una donación vale 200 dólares y siempre ha sido un gran problema la cuestión de la obtención de sangre para los objetivos de salud. ¿Por cuánto multiplicamos las 508,000 donaciones, por 100, por 200, si le vamos a poner un valor material en el extranjero?

"Con la calidad de nuestra sangre, por las medidas que se toman para garantizar su pureza y estado sanitario para garantizar que no esté contaminada, si lo multiplicáramos por 200 equivaldría a 100 millones de dólares —se trata del valor, no es que haya un mercado—, si lo multiplicamos por 100 serían 50 millones, si lo multiplicamos por 50 serían 25 millones; pero no se puede medir en millones ni en dinero lo que significa una donación de sangre".

Extracciones forzosos a presos y fusilados

Además de las donaciones voluntarias de sangre y órganos humanos, el gobierno cubano realizó extracciones forzosas en presos y fusilados, reveló la investigación de Archivo Cuba, que sigue en marcha, apuntó Werlau.

El "Anuario del Comercio Exterior Cubano" informó de la exportación de sangre a principios de los años 60 a países como Canadá; "motivando a los ciudadanos a donar sangre voluntariamente, el régimen castrista ya había superado a sus antiguos hermanos comunistas de Alemania Oriental, que en la década de 1980 vendían sangre extraída bajo coacción de los presos políticos".

"El gobierno encontró un banco de sangre cautivo y abundante en los cientos de presos políticos cubanos sometidos a los pelotones de fusilamiento en la década de 1960, ya que su sangre se drenaba a la fuerza y -macabramente, consignaba hemorragia como causa de la muerte en la mayoría de los certificados de defunción de los ejecutados", subrayó Werlau.

La técnica de falsear certificados de defunciones en Cuba es tan antigua como el negocio de la venta de sangre y órganos humanos y, pese a que los fusilamientos se redujeron a partir de 1967; la causa oficial de muerte del fusilado general de división Arnaldo Ochoa Sánchez, en 1989, fue "anemia aguda".

Hasta el momento de redactar esta nota, Archivo Cuba ha documentado 31 casos de extracción forzada de sangre; antes de las ejecuciones por fusilamiento; aprovechando que las víctimas ya se habían despedido de sus compañeros de prisión y sus familias no recibían después los cuerpos para su entierro, la extracción de sangre en cubanos fusilados, se mantuvo en su mayor parte encubierta, señala el informe.

Los casos documentados de extracciones de sangre forzadas se produjeron entre 1960 y 1964 en centros penitenciarios de diferentes provincias, datos que llevan a AC a concluir que "la práctica estaba muy extendida y que podría haberse impuesto a cientos de hombres antes de su ejecución". En 1965, Cuba reportó 18,000 presos políticos y; de 1960 a 1967, la ONG documentó 1.856 ejecuciones.

El Tribunal Municipal de Matanzas publicó en su página de Facebook que, para celebrar el 61 aniversario de los Comités de Defensa de la Revolución (CDR,) se realizó una "donación de sangre con la participación de los sancionados, bajo el control del juez ejecutor"; siempre según la versión de Archivo Cuba.

En 1967, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) emitió un informe denunciando que, en la habanera prisión de La Cabaña, se extraía sangre a los presos que iban a ser ejecutados "con intenciones ilícitas y masivas y con fines comerciales escandalosos". El informe describió la ejecución de 166 cubanos, en mayo de 1966, después de que se extrajera una media de siete pomos de sangre de cada preso, tras lo cual fueron trasladados en camilla al lugar donde fueron fusilados.

Hematólogos soviéticos y cubanos extrajeron la sangre y realizaron experimentos con ella en una instalación sanitaria especial que se había instalado en La Cabaña; los soviéticos también operaban un banco de sangre en la sede de antigua Cooperativa Médica, sita en la calle 13 esquina 8 (Vedado). Además, se exigían donaciones de sangre a los familiares de los presos políticos para poder visitarlos y los bancos de sangre cubanos aceptaban las donaciones bajo coacción; que luego se vendía al entonces Vietnam del Norte, a 50 dólares norteamericanos el pomo.

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Carlos Cabrera Pérez

Periodista de CiberCuba. Ha trabajado en Granma Internacional, Prensa Latina, Corresponsalías agencias IPS y EFE en La Habana. Director Tierras del Duero y Sierra Madrileña en España.


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