A la joven guantanamera Cinthia Matos Benítez le fue colocado el STENT de aorta que necesitaba, tras más de seis de meses de espera por el dispositivo necesario para ser operada del corazón.
“CINTHIA YA TIENE EL STENT DENTRO DE SU PECHO, ahora está en etapa de recuperación, la operación un éxito”, informó en su perfil de Facebook el presentador audiovisual guantanamero Roberto Carlos Frómeta, quien dijo, además, este domingo que la joven “se está recuperando en Terapia”.
Matos Benítez, quien es estudiante de Medicina, recibió su stent después de esperarlo ingresada por más de seis meses en el Cardiocentro de Santiago de Cuba, donde funcionarios del MINSAP le prometieron que llegaría el dispositivo para ser operada del corazón, luego de que ella pidiera ayuda en las redes para tenerlo en abril último.
Pero, a principios de junio, la joven denunció una vez más por sus redes sociales que seguía hospitalizada y “luchando en este calvario que dura ya seis meses, 183 días de vanas promesas, falsos alientos y de muchas, muchísimas mentiras”.
En esa última denuncia confesó que, tras su primer reclamo del stent por redes sociales, fue centro de muchas críticas y amenazas, aunque recibió la garantía de las autoridades sanitarias en la isla de que le sería “resuelto” el dispositivo para la intervención quirúrgica por sus padecimientos cardiovasculares.
Ella padece de Insuficiencia Mitral leve por mecanismo de prolapso mitral, Insuficiencia Aórtica severa por aorta bivalva, Disección Aórtica tipo B, Aneurisma Sacular de raíz aórtica y el Síndrome de Ehlers-Danlos, padecimientos que le provocaban falta de aire, tos persistente, edema de miembros inferiores, entre otros síntomas, según declaró a CiberCuba.
La solución a su dolencia era una cirugía para insertar una endoprótesis vascular llamada STENT de aorta, de 37 mm de diámetro por 45 a 50 mm de largo, que en Cuba no había, aunque le aseguraron que sería comprada para ella.
“Desde el 5 de mayo me dijo la directora provincial de salud de Santiago de Cuba que ya el STENT estaba comprado. Días después recibí otra visita donde me dijeron que ya estaba en La Habana. Al final llevo casi un mes escuchando que el Stent que me salvará la vida está en la capital, pero a mi cuerpo aun no llega”, lamentó en junio último.
También comentó que ella pensaba que le estaban mintiendo a ella, a su madre y a los médicos que la atienden.
“Es una falta de respeto, de consideración jugar así con la vida de una persona”, sostuvo, además.
Para Matos Benítez las autoridades cubanas no solo le mintieron, sino que le dificultaron, además, la obtención del dispositivo salvavidas por gestiones personales.
“Varias personas me han contactado para comprarlo y enviarlo, pero MediCuba es un muro burocrático que me ha quitado las ganas de vivir”, añadió en su perfil de Facebook, al exponer los obstáculos de la comercializadora cubana de insumos médicos para que el dispositivo entrara al país por donación de personas interesadas en ayudar a Cinthia.
Durante los meses de espera por el dispositivo, Cinthia corrió el riesgo de tener una falla cardiaca con un posible desenlace fatal, además de que su situación económica se hacía cada vez más insostenible, porque su madre debió dejar su trabajo, que era el único sustento de ambas.
Ella y su madre debieron vivir de la generosidad ajena, porque no reciben ayuda alguna de la asistencia social, a pesar de la seriedad de su caso.
“Estoy cansada de mentiras, esta es la fecha que aun con todas las publicaciones, cartas y denuncias que se han hecho a mi madre tampoco le han pagado un peso por bienestar social. Seguimos mi madre y yo sustentándonos de la caridad de quienes se solidarizan con nosotros”, lamentó, también, en esa ocasión.
No obstante, en medio de su vía crucis, encontró un gran aliciente en el equipo médico que la atiende, al que no se cansa de admirar y dar las gracias por el apoyo que le ha ofrecido en todo este tiempo, además de ocuparse de su salud y ser el aliciente entre tanta incertidumbre.
“Siempre doy mi agradecimiento a aquellos que no me prometieron, pero sí cumplen con la mejor atención y tratamiento: los médicos, enfermeras y todo el personal del Cardiocentro de Santiago de Cuba. ¡Por dios, qué calidad de personas!”, dijo en su publicación.
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