El gobernante cubano Miguel Díaz-Canel dijo que el 11 de julio de 2021 el socialismo había frenado un golpe de Estado vandálico, refiriéndose a la represión gubernamental desatada contra los manifestantes pacíficos que ese día tomaron las calles en todo el país.
En una reunión con miembros de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), Díaz-Canel intentó culpar a gobiernos y organizaciones extranjeras por el estallido popular en más de 60 ciudades y poblados del país.
De acuerdo con la Agencia Cubana de Noticias (ACN), el mandatario, pronunció un discurso en el Consejo Nacional de la UNEAC, que emitió el pronunciamiento "Aquí estamos", una denuncia de "los intentos del gobierno de Estados Unidos para asfixiar al pueblo y generar un estallido social".
El documento señala que “a quienes hace un año organizaron una nueva escalada contra la Revolución, aplicaron métodos terroristas de desestabilización y una vez más prepararon las maletas, creyendo que los revolucionarios claudicarían, le dicen con la expresión de Nicolás Guillén, Poeta Nacional, ¡Aquí Estamos!”.
Luis Morlote Rivas, presidente de la UNEAC, refrendó su apoyo al régimen y dijo que el Consejo constituye un acto de resistencia creativa en momentos de grandes tensiones económicas y sociales en el país.
Morlote afirmó que los supuestos programas de desestabilización tienen un marcado carácter cultural, pues “proponen la ruptura y el disenso mediante andamiaje propagandístico, que toma como escenario las redes sociales”.
El escritor Miguel Barnet, asistente al encuentro, afirmó que “la UNEAC será siempre, no solo una vanguardia artística y cultural, sino también una vanguardia política”.
Las declaraciones del gobernante cubano y los artistas e intelectuales de la UNEAC llegan a pocos días del primer aniversario de las protestas masivas del 11 de julio de 2021, en las que miles de cubanos salieron de forma espontánea a las calles para pedir libertades y protestar por la situación de desabastecimiento del país.
El temor gubernamental a sucesos similares provocados por la escasez de aliomentos y medicinas y la ola de apagones a nivel nacional, ha desatado una feroz represión contra activistas, opositores y periodistas independientes.
El reportero cubano Nelson Julio Álvarez Mairata fue citado a presentarse este sábado en la estación de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) de Zapata y C, en La Habana. Mientras, el viernes último el también periodista Ismario Rodríguez Pérez, debió presentarse en esa misma estación de la PNR.
"Una citación el mismo día en el que cumplo 30 años, para recordarme / alertarme ≈ amenazarme con que no salga el #11J", refirió en Twitter.
En Consolación del Sur, Pinar del Río, la policía detuvo arbitrariamente a la activista Yahima Díaz, de acuerdo con los testimonios de varios vecinos que reprodujo en las redes sociales el cubano Daniel Lugo.
También, el opositor Alexander Rodríguez Cárdenas, del Partido Nacionalista Cubano, contó en sus redes sociales que debió presentarse en la estación de la policía de Sagua la Grande y pidió a los organismos internacionales que tomen en serio los atropellos y violaciones de derechos humanos que sufren los cubanos a manos del gobierno.
La prensa oficialista amenazó con “armar al pueblo” para impedir cualquier intento de manifestación pacífica contra el régimen.
Algunos analistas afirman que permanecen -e incluso se han agravado- los problemas que hace un año impulsaron a miles de cubanos a pedir cambios políticos y económicos.
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