Estados Unidos emplazó al gobierno cubano a cumplir los compromisos constitucionales y universales con sus propios ciudadanos, y reiteró que el estallido del 11-J fue resultado de la inconformidad popular, no de presiones externas.
"Tienen miedo de sus propios ciudadanos y por eso no quieren que hablen, que salgan del país, ni siquiera que entren al país", dijo este martes el subsecretario de Estado para Asuntos Hemisféricos, Brian A. Nichols, durante un encuentro con la prensa.
Nichols respondió una pregunta sobre los casos recientes de las académicas y activistas Anamely Ramos y Omara Ruiz Urquiola, a quienes el gobierno cubano les ha impedido retornar a Cuba siendo oficialmente ambas residentes del país.
"Es inaceptable. Hemos criticado sistemáticamente esas prácticas que violan los derechos fundamentales de las personas", dijo el funcionario."Y vamos a seguir instando al gobierno de Cuba a que respete los derechos migratorios de sus ciudadanos".
Criticó además que el régimen de Miguel Díaz-Canel impidiera la asistencia de miembros de la sociedad civil cubana a la IX Cumbre de las Américas, celebrada en Los Ángeles a comienzos del pasado junio.
Las declaraciones de Nichols se produjeron en una teleconferencia con medios de prensa un día después de cumplirse el primer aniversario de las manifestaciones masivas del 11 de julio de 2021.
El subsecretario de Estado rechazó tajantemente las acusaciones del régimen cubano sobre el "involucramiento directo" de Washington en el estallido popular que sacó a las calles a miles de manifestantes en más de 60 ciudades y poblados de la isla.
"Es absolutamente falsa la acusación", afirmó Nichols. "Estados Unidos no tiene nada que ver con lo que sucedió y ellos lo saben perfectamente".
El funcionario consideró que las causas de la revuelta popular están en que "el pueblo cubano está tremendamente inconforme con la falta de derechos básicos, los abusos sistemáticos del gobierno, la falta de medicamentos, de comida, de libertades".
Nichols insistió en que el régimen cubano no está cumpliendo los postulados que se formulan en su propia Constitución, aprobada en 2019.
"Si el régimen quiere ser aceptado como un gobierno legítimo, debe garantizar los derechos fundamentales y libertades que están en la Constitución de Cuba", aseveró.
Nichols criticó las "sentencias draconianas" impuestas por el régimen cubano argumentando que fueron violentas y supuestamente generadas por delitos de sedición.
De acuerdo con un informe difundido la víspera por las agrupaciones independientes Justicia 11 y Cubalex, al menos 1,484 personas fueron arrestadas por las protestas del 11J, entre ellas 57 adolescentes menores de 18 años, 701 permanecen en prisión y 622 enfrentaron juicios con escasas garantías procesales.
Las sanciones se extendieron desde meses hasta 30 años de prisión para un total de aproximadamente 4,500 años de privación de libertad. Algunas condenas se redujeron a 25 años después de los procesos de apelación.
El funcionario denunció la "implacable ola de represión" puesta en marcha por el régimen tras el estallido de las protestas del 11-J, y condenó el despliegue de operativos de vigilancia y de fuerzas militares en Cuba en ocasión del aniversario del 11-J.
"Este fin de semana vimos al régimen desplegando policías y militares en todo el país para intimidar a los ciudadanos para que no se movilicen en la fecha cercana al aniversario del 11J", manifestó. Estados Unidos continuará buscando apoyar el pueblo cubano y promoverá la rendición de cuentas por la represión y la violación de los derechos humanos del régimen cubano".
Nichols defendió la política de la administración de Joe Biden de ampliar los montos de remesas a Cuba y reanudar los vuelos de pasajeros a aeropuertos del interior del país, desarticulando la políticas de sanciones impuesta por Donald Trump.
"Nuestra política busca cómo podemos apoyar al pueblo cubano, que está en crisis humanitaria en este momento, y no vemos justo que personas inocentes sufran de esa manera", explicó.
Sobre la reiterada petición de facilitar una conexión de internet a los cubanos fuera del control gubernamental, Nichols dijo que la administración continúa trabajando para dar mayores opciones a las personas y poder sortear la censura impuesta a sitios y páginas específicas.
"No puedo dar detalles, pero seguimos buscando herramientas para dar más acceso a internet y evitar esos obstáculos dentro de Cuba. Es un tema complicado, pero sigue siendo prioridad para nosotros", comentó.
Legisladores cubanoamericanos de Florida, encabezados por el senador Marco Rubio y los representantes Mario Díaz Balart, Carlos Giménez y María Elvira Salazar, continúan exigiendo a Washington que proporcione internet segura a los cubanos a través de globos aerostáticos y otras variantes tecnológicas.
Tras desatarse los sucesos del 11-J, la administración Biden estudió múltiples propuestas, incluyendo la opción de usar la Base Naval de Guantánamo como posible plataforma para ampliar el acceso a la internet en el territorio cubano. Se valoró desplegar globos aerostáticos que permitieran crear puntos Wi-Fi y emplear a firmas privadas para usar satélites de órbita baja con el propósito de extender una mayor cobertura.
Pero las dificultades técnicas y legales son significativas y no se vislumbra una solución inmediata para posibilitar una conectividad amplia dentro de Cuba. A su vez, las empresas privadas con las configuraciones satelitales adecuadas requerirían que el gobierno cubano autorizara su uso, lo cual está fuera de toda consideración viable.
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