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El expelotero de Industriales, Eliut Torres Ramírez, quien fue parte de una de las generaciones más talentosas de los últimos años en el béisbol cubano, llegó el pasado domingo a Estados Unidos.
“Se acabó la espera, ya Eliu está en el yuma”, anunció el pasado domingo en Facebook el pelotero habanero, de 38 años.
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Torres, quien ganó en 2002 un muy recordado Campeonato Mundial juvenil de la Federación Internacional de Béisbol (IBAF), en un equipo que engrosaban figuras como Kendrys Morales, Yulieski Gurriel y Héctor Olivera, atravesó, como muchos otros cubanos, la ruta migratoria centroamericana para llegar a los EE. UU.
El trayecto de Torres comenzó en Haití y República Dominicana, luego lo llevó a Nicaragua, de ahí emprendió el recorrido tradicional hasta la frontera entre México y Estados Unidos, donde finalmente cruzó por Piedras Negras, informó el periodista de Swing Completo Yasel Porto.
“Yo quise irme desde mi etapa como pelotero activo, pero nunca se presentó una gran oportunidad. Ahora la situación económica de Cuba me obligó a tomar esta decisión por mi familia. Era el momento, no se podía esperar más. Tenía que hacerlo ya”, dijo a Swing Completo el exdeportista.
El jardinero zurdo participó en 8 series nacionales con equipos de La Habana (4 con Industriales y 4 con Metropolitanos), promedió de por vida .271, con 237 anotadas, 415 imparables, 65 dobles, 10 triples, 30 jonrones, 188 empujadas, 241 boletos, 221 ponches y OBP de .376., según las estadísticas que recoge el sitio CubaLite.
Torres debutó en la edición 43 (2003-2004) con Industriales y su última campaña fue la 52 (2012-2013), también con el equipo azul.
Luego de su retiro realizó diversos trabajos, entre ellos el de panadero, de acuerdo con la información del blog Industriales de La Habana.
En EE. UU., el expelotero fue recibido por sus padres, quienes ya residían en ese país.
Pese a que Torres ya está retirado, se trata de otro activo del deporte cubano que se une al éxodo de deportistas que no se ha detenido en los últimos meses.
La estructura deportiva estatal cubana ha intentado articular estrategias para frenar la fuga de atletas y entrenadores -como, por ejemplo, la gestión de contratos profesionales en otros países-, pero cada año decenas de deportistas piden la baja del sistema de alto rendimiento o abandonan delegaciones oficiales, intentando alcanzar mejores oportunidades para el desarrollo de sus carreras.
A finales de julio, tres futbolistas cubanos abandonaron la delegación oficial en el torneo de Futsal Sub-20 UNCAF FIFA Forward que se celebró en Guatemala.
Los jugadores Mario Planchet, Christian Temprano y Leonardo Acevedo no se presentaron al juego de la semifinal que Cuba perdió ante Nicaragua.
Los tres jóvenes habían escapado un par de días antes del partido Cuba-Nicaragua, sin que se conozca su paradero.
Unas semanas antes, la jabalinista Yiselena Ballar Rojas abandonó la delegación de Cuba en Miami, Estados Unidos, adonde viajó para participar en el Campeonato Mundial de Atletismo Eugene 2022, informaron medios deportivos en Florida.
La joven atleta, que fue incluida en la selección a última hora, se fugó inmediatamente después de llegar al aeropuerto miamense, donde hicieron escala para seguir rumbo a Oregón.
Cuba, sumida en una terrible crisis económica, atraviesa el mayor éxodo migratorio de las últimas seis décadas.
Desde octubre de 2021 y hasta el cierre del pasado junio, 157,339 cubanos llegaron a territorio estadounidense por vía terrestre, incluyendo la frontera con Canadá, una cifra que es récord según los registros históricos y que demuestra la crisis migratoria que vive el país, agudizada por la falta de oportunidades económicas y políticas que hay en la isla.
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