El novelista español Javier Marías, una de las figuras más relevantes de la literatura contemporánea, falleció este domingo en Madrid a los 70 años a causa de una neumonía.
Fuentes de la familia confirmaron la noticia al diario español El País, del que María era asiduo colaborador.
Según este medio, el prestigioso escritor, académico, crítico y traductor había sido sometido a una dolorosa operación de espalda poco antes de la pandemia, y, “empedernido fumador”, en los últimos tiempos padecía de una afección pulmonar que lo llevó al coma y, finalmente, a la muerte.
En su obituario de El País, Javier Rodríguez Marcos consideró que Marías “fue uno de los escritores españoles más internacionales de todos los tiempos”.
“Sus libros se han publicado en 46 idiomas y en 59 países. Y han vendido más de ocho millones de ejemplares en todo el mundo”, agregó.
Marías, nacido en el barrio madrileño de Chamberí, en 1951, fue autor de decenas de novelas y era miembro de la Real Academia Española desde 2008.
Entre sus obras destacan El hombre sentimental, Todas las almas, Mañana en la batalla piensa en mí y Corazón tan blanco.
Precisamente, a raíz de esta última novela, publicada por Anagrama en 2018, Marías revelaba un elemento autobiográfico que compartía con el protagonista: una de las abuelas del escritor español era cubana.
“Otro elemento autobiográfico es que mi abuela cubana, como la del protagonista de la novela, me cantaba canciones, una de ellas, tremenda, sobre algo terrible que le pasó a una mujer en su noche de bodas. De ahí arranca la novela”, comentó al respecto.
En una conferencia en 2008, organizada por la Fundación Santillana, Marías ya se había referido a sus raíces cubanas, de donde le llegó el influjo de un bisabuelo que fue escritor y además patriota (español).
“Aquella familia cubana hizo el viaje de vuelta a España y él se crio con tías y abuelas, o tías-abuelas, que le llamaban (a él y a sus hermanos) guajiros o guachinangos, cada vez que se portaban mal o peor. Les trataban de ustedes (a los hermanos y a él), le dejaron vocablos cubanos, y le metieron, a él y a su familia, en una ensoñación sucesiva que él heredó en forma de materiales que siempre han revoloteado en sus libros”, se lee en una reseña de El País a las palabras de Marías.
Marías fue reconocido con premios literarios como el Ennio Flaiano, el Ciudad de Barcelona, el Prix lʼOeil et la Lettre y el Rómulo Gallegos. En los últimos años, su nombre había sonado entre los candidatos al Nobel.
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