Gobierno cubano intentó descarrilar demanda en Londres con sentencias penales a funcionarios del Banco Nacional de Cuba

Según revelan documentos judiciales, la principal razón de que el caso tenga fijada vista para enero de 2023 estriba en que el Tribunal Superior de Justicia de Inglaterra y Gales rechazó la alegación de la defensa de que la compañía demandante se aprovechó de sobornos a funcionarios cubanos.

Fachada del edificio del BNC © CiberCuba
Fachada del edificio del BNC Foto © CiberCuba

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Este artículo es de hace 2 años

El gobierno cubano intentó descarrilar una demanda de acreedores de su deuda internacional ante el Tribunal Superior de Justicia de Inglaterra y Gales con el argumento de que la compañía CRF I Limited, la entidad reclamante, intentó sobornar a funcionarios del Banco Nacional de Cuba (BNC).

Como revelan documentos judiciales, la principal razón de que el caso tenga fijada vista en Londres para enero de 2023 estriba justamente en que el tribunal rechazó la alegación clave de la parte demandada: que CRF había sobornado al director de Operaciones del BNC, Raúl Olivera Lozano, para que actuara en contra de los intereses del BNC y de Cuba.


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Según la parte cubana, de esa manera la compañía CRF —con sede en el paraíso fiscal de Islas Caimán— pudo actuar a su vez como fondo buitre, esto es: comprar a bajo precio las deudas que Cuba acumulaba desde 1984 con las entidades financieras Crédit Lyonnais e Instituto Banco Italiano, para enseguida litigarlas agresivamente con ánimo de cobrar el monto completo.

La demanda por 72,122,664.70 euros fue interpuesta por CRF contra el BNC y la República de Cuba el 18 de febrero de 2020, pero al responderla a fines de julio de 2021 ya el gobierno cubano había procesado y condenado a cuatro funcionarios del BNC implicados en trámites relacionados con CRF.

Bajo estricto hermetismo, la Sala Segunda de lo Penal del Tribunal Provincial Popular de La Habana juzgó el caso y dictó la sentencia 38/2021, el 26 de mayo de 2021, que impuso 13 años de cárcel a Olivera Lozano por cohecho y otros supuestos delitos cometidos como director de Operaciones del BNC.

En la misma causa fue condenada a cinco años la secretaria del BNC, María Teresa Compte Zubeldía, e incluso el presidente del BNC, René Lazo Fernández, a un año de cárcel por incumplir el deber de preservar los bienes de entidades económicas. También fue sentenciada a cinco años una funcionaria de apellido Martí, asociada al departamento de deuda externa de la entidad bancaria.

Contrapunteo

Al responder la demanda, Cuba sacó a relucir esas sanciones penales para desacreditar a CRF ante el Tribunal Superior de Justicia de Inglaterra y Gales. Aseveró que la sala juzgadora de La Habana había declarado probado que, entre el 25 y el 29 de octubre de 2019, un individuo llamado Jeetkumar Gordhandas, actuando en nombre y con pleno consentimiento de CRF, visitó dos veces a Olivera Lozano en la sede del BNC con el propósito de agilizar los trámites.

El presidente del BNC, René Lazo (en camisa de mangas largas), junto a un grupo de auditores de la entidad. Foto: BNC

A tal efecto, entregó a Olivera Lozano 200 pesos cubanos convertibles (CUC) y prometió un pago de 25,000 libras esterlinas [ca. $35,000 dólares] a cambio de que continuara prestando asistencia a CRF. Para el 25 de noviembre de 2019, Olivera Lozano firmaba, acuñaba y enviaba a CRF una carta confirmando que el BNC aceptaba a CRF como nuevo acreedor de las viejas deudas con Crédit Lyonnais e Instituto Banco Italiano.

El gobierno cubano está representado en la demanda por Ben Davies, abogado litigante de PCB Byrne, un bufete de Londres especializado en fraudes comerciales y recuperación de activos.

Cuba alega que Olivera Lozano no tenía autoridad para dar tal confirmación ni su sola firma bastaba para concederla, aunque viniera con el cuño oficial del BNC, pues el Reglamento del BNC exigía la firma del Presidente o dos firmas de altos ejecutivos en asuntos de cuantía superior a $5 millones.

CRF replicó que Gordhandas ni entregó ni prometió nada a Olivera Lozano, y que ni siquiera se había reunido con este u otro funcionario del BNC, sino que viajó a Cuba el 25 de octubre de 2019 para legalizar documentos.

Lo hizo tres días después, el 28 de octubre, en el Bufete Internacional, y al día siguiente voló de regreso. CRF agregó que el requisito de dos firmas se satisfizo al ser autorizada la carta de confirmación por Compte Zubeldía.

Aló, Presidente

La caída en desgracia de Lazo Fernández se atribuye a que, en nombre del BNC, fechó el 30 de diciembre de 2019 una carta a los abogados de CRF, en aquel entonces del bufete multinacional Gibson, Dunn & Crutcher LLP, sin dar parte al gobierno cubano ni objetar las propuestas de cesión de las deudas acumuladas por Crédit Lyonnais e Instituto Banco Italiano.

Cuba sostiene en Londres que esta carta no obedeció a la intención de reconocer ni puede interpretarse como reconocimiento de la validez de las propuestas.

El 1 de mayo de 2020, la página de Facebook del BNC anunció la salida de Lazo Fernández con expreso deseo de “éxitos en las nuevas tareas que le serán asignadas”. La Presidencia del BNC pasó a la vicepresidenta Joscelín Río Álvarez, sin que hasta el momento nadie haya sido autorizado para informar sobre el paradero de Lazo Fernández, quien soltaría su último tuit el 21 de mayo de 2020.

Captura de la página de Facebook del BNC.

Luego de su despedida elogiosa el 30 de abril, Lazo Fernández prosiguió yendo a la sede del BNC para ayudar en la transición del poder presidencial, pero fuentes consultadas por CiberCuba relataron que cierto día su chofer pasó preguntando por las oficinas dónde estaba el expresidente, pues su auto permaneció por largo tiempo en el parqueo sin ser rescatado.

Se maneja la versión entre empleados y allegados a Lazo Fernández de que fue llevado a Villa Marista para ser procesado por la Seguridad del Estado.

A Lazo Fernández y su círculo familiar cercano les fueron enviados varios mensajes de CiberCuba desde mediados de 2021, pero no fueron respondidos.

Viaje a la semilla

Al BNC y Banco Central de Cuba (BCC) viene bien aquello de que no es lo mismo, pero es igual. Ambos tienen sus sedes en manzanas contiguas de La Habana Vieja: el BNC, en el antiguo Banco Gelats (Aguiar # 456, entre Lamparilla y Amargura), y el BCC, en Cuba # 402, también entre Lamparilla y Amargura.

Desde su fundación en 1948, el BNC venía ejerciendo las funciones de banca centralizada hasta que se instituyó el BCC por el Decreto Ley No. 172, de 28 de mayo de 1997.

Así, Fidel Castro partió la deuda externa de Cuba en dos. La demanda en Londres se interpuso contra Cuba y el BNC porque las deudas anteriores al 28 de mayo de 1997 se mantienen bajo registro, control, servicio y atención del BNC.

La compañía CRF formó el llamado Club de Londres para negociar con el gobierno cubano similar acuerdo al suscrito en 2015 con el Club de París.

El gobierno cubano pagó $2.6 mil millones de los $11.1 mil millones que adeudaba al Club de París, pero en 2018 rechazó la oferta del Club de Londres, lo que forzó a CRF a demandar a la República de Cuba y al BNC.

El caso ha cobrado amplia atención en los medios dedicados al tema cubano desde que se confirmó la noticia de que el Tribunal Superior de Justicia en Londres dispuso celebrar la audiencia en enero próximo, aunque se ha pasado por alto mencionar que el motivo de la decisión judicial fue el rechazo a la alegación clave de Cuba: que CRF es un fondo buitre capaz de sobornar a funcionarios cubanos con propósitos malsanos.

En su réplica a los puntos de defensa presentados por Cuba, CRF declaró ser un fondo de inversión que procuró infructuosamente convertirse en “socio a largo plazo del gobierno cubano para reestructurar la deuda de manera justa y racional, en beneficio de todas las partes y sobre la base de las normas internacionales”.

Una segunda demanda se añadió a este caso desde mayo de 2021, cuando el ICBC Standard Bank, con sede en Londres, entabló similar litigio contra el BNC y el gobierno cubano por unos 224.8 millones de dólares. El ICBC Standard Bank es una filial del Banco Industrial y Comercial de China, el banco con la mayor cantidad de activos en el mundo.​

Aunque se ha considerado que una decisión judicial adversa al gobierno cubano ante el Tribunal Superior de Londres podría significar un golpe demoledor para sus operaciones financieras internacionales, con un posible embargo a sus bienes en el exterior, se trata de una posibilidad que debe transitar aún por un largo trecho legal. Casos de este tipo pueden tomar años antes de que haya una orden para embargar bienes del deudor, y las opciones serían limitadas para tomar acciones fuera de la jurisdicción británica.

CRONOLOGÍA DEL LITIGIO CON DOCUMENTOS DE REFERENCIA

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