Dos cubanos que llevaban más de una década como pareja se casaron este jueves 13 de octubre en el pequeño poblado de Bolondrón, en el matancero municipio Pedro Betancourt, Matanzas.
"No necesitamos una firma para ser felices, pero es hacernos reconocer en la sociedad que estamos bajo una relación como cualquier otro heterosexual y eso es importantísimo para nosotros", dijo Adiel González Maimó, de 32 años y miembro de una iglesia evangélica, en declaraciones a AFP.
“Para nosotros que nos involucramos tan directamente” para que se aceptara el matrimonio gay en Cuba, “que lo hicimos parte de nuestra cotidianiedad, que fue nuestro pan diario durante siete años consecutivos, lograr casarnos fue el cierre, la culminación”, añadió González Maimó, quien formalizó su relación junto a Lázaro González, un artista independiente de 52 años.
“Hace cuatro años, en 2018, planeamos en serio casarnos en Cuba, pero por razones fuera de nuestra voluntad tuvimos que postergar aquel sueño. Mas hoy, 13 de octubre, ¡finalmente lo logramos! Hoy por primera vez Lachy pudo llamarme ‘esposo’ de verdad”, escribió González Maimó en Facebook, donde publicó varias fotos del feliz enlace.
“Hoy Bolondrón fue testigo de nuestro casamiento civil, y este acto representa para nosotros la culminación de toda una ardua lucha en la que nos involucramos de lleno por (entre otros derechos) el matrimonio igualitario en Cuba. Una lucha que costó mucho esfuerzo, a la que le dimos todo, pero con certeza valió la pena cada desvelo solo por este momento”, añadió el joven, que agradeció el apoyo y amor recibido.
Adiel, nacido en una familia cristiana “muy conservadora y fundamentalista”, explicó en declaraciones a la citada agencia que creció en el rechazo hacia cualquier manifestación homosexual, y subrayó que en ese entorno incluso el amaneramiento "era considerado un pecado".
A pesar de que desde los 11 años trató de frenar su identidad entregándose a la oración, cuenta que no sucedió el milagro.
“No sucedió porque la orientación sexual no se elige, no se cambia y estoy convencido de que a Dios no le importa la orientación sexual”, explica Adiel González, quien relata que hacia los 20 años asumió su condición.
En 2014 terminó por separarse de su iglesia bautista para fundar un proyecto teológico de activismo cristiano LGBT, que después lo llevó a una organización independiente de mayor alcance en la cabecera provincial.
En 2019 las autoridades cubanas trataron de introducir el matrimonio igualitario en la Constitución aprobada ese año, pero las iglesias católica y evangélica se opusieron de manera tajante.
"Ahí empezó de verdad la candela. Yo me vi en un fuego cruzado porque yo estaba haciendo activismo desde mi identidad cristiana y fue difícil", narra Adiel, que asegura sufrió fuertes agresiones en redes sociales e incluso amenazas de muerte.
Cuenta que, al conocerse los resultados del referendo, que obtuvo una votación de 66,85% a favor y 33,15% en contra, él y su pareja gritaron y se abrazaron de felicidad.
Lázaro y Adiel se casaron en la sala del único registro civil de Bolondrón, que cuenta con unos 7,000 habitantes.
En redes sociales la pareja ha recibido decenas de felicitaciones y buenos deseos por el enlace, que se suma a otras uniones similares que en los últimos días se han convertido en noticia en diferentes provincias cubanas.
Luego de haber sido sometido a plebiscito el pasado 25 de septiembre, en las dos últimas semanas ha crecido la cifra de parejas del mismo sexo en Cuba que han podido hacer realidad sus anhelos de formalizar su unión civil.
A comienzos de octubre, tras esperar casi dos décadas para hacer realidad su sueño, dos cubanos residentes en Manzanillo contrajeron matrimonio en el que trascendió como primer enlace de ese tipo en la isla.
Además de Cuba, último país en aprobar el matrimonio igualitario en América Latina, este tipo de uniones es legal en Argentina, Uruguay, Brasil, Colombia, Ecuador, Costa Rica, Chile y en varios estados de México.
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