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La producción de ron en Cuba superará los 4 millones de litros de esa bebida que se expende de forma normada a los núcleos familiares por Fin de Año.
Aunque la noticia pudiera ser halagüeña para muchos consumidores, su distribución no será libre por el desabastecimiento acumulado en el país, que impedirá que haya saturación del mercado, según trascendió en una nota del medio oficialista Trabajadores.
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En menos de un mes el gobierno ha debido subsanar la falta de ron en toda Cuba, en medio de una escasez de esa bebida que conduce a los compradores a adquirirlo en el mercado negro y ante la promesa del gobierno de venderlo por Fin de Año.
Los más de 4,400,000 litros con que se cerrará el programa de fabricación de esa bebida el miércoles 27 de diciembre se comercializan "según formaciones de precios en las provincias" para que todos puedan adquirir "al menos una vez al año bebidas que gustan al cubano".
La Ronera Occidental, la mayor fabricante de ese destilado en La Habana, inició la producción de fin de año antes de lo estimado pero luego de transitar largos meses de interrupciones laborales de trabajadores y en medio de constantes interrupciones eléctricas que pausaron las labores, aseguró Yovayne González, director de esa Unidad Empresarial de Base.
Cuando lograron reincorporar a los trabajadores a sus puestos, no disponían del alcohol para las mezclas ni de los envases plásticos, por lo cual debieron fabricar toda la bebida con 34 grados de alcohol y con la marca Ronda.
Sin embargo, el ron Legendario destinado a la exportación, su producto principal, no ha sufrido retrasos en la producción ni le han faltado envases.
Según explicó Nilda López López, directora de la Empresa Provincial de Bebidas y Refrescos de La Habana, el programa de fabricación en esa unidad comenzó el día 5 de diciembre y concluirá con unos 730,000 litros de ron, los cuales se distribuyen a las 1,647 unidades de comercio de la provincia.
Ante la falta de envases, debieron recurrir a pomos plásticos tipo PET, de 1 y 0,5 litros, que fueron suministrados por la empresa de aceites de La Habana, la de refrescos Ciego de Montero y la Militar Industrial de Villa Clara, agregó la funcionaria.
Para la transportación también debieron optar por la ayuda de otras empresas para llevar el producto a las unidades de comercialización, "por las tantas carencias": la de Comercio y Confitera Habana, Cervecería Guido Pérez, Bebidas de Mayabeque, Molinería y Alibec, una entidad del sector de la industria alimentaria y dedicada a la logística y aseguramiento.
Como si de una carrera de velocidad se tratara, en la UEB Metropolitana cada día se completan unos 25,000 litros, "sin olvidarse del refresco y los siropes que tienen comprometidos", explicaron a Trabajadores Matha María Perdomo, jefa de producción y Belkis Borrero, al frente de la brigada de embotellado.
Aunque el gobierno presente como un logro la cantidad de alcohol con que cerrarán la producción nacional este año, los consumidores han debido comprarlo en su envase precario, como si se tratara del aceite o incluso, de cloro, y pagarán al menos 215 pesos cubanos por él.
No obstante, la producción de ron cubano continúa siendo una prioridad en detrimento de otros sectores que reciben menos apoyos en inversiones, en el complejo contexto de escasez de alimentos en el país.
Nuevas variedades de ron para la exportación siguen siendo noticia constantemente, mientras el cubano de a pie debe esperar por su ración normada para despedir el Fin de Año.
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