El servicio de cajeros automáticos del Banco Metropolitano de La Habana (BANMET) continúa siendo deplorable, según denunció en sus redes sociales una doctora cubana que calificó la situación de “payasada electrónica”.
A pesar de las múltiples quejas de la población, recogidas incluso por la prensa oficialista del país, los cajeros automáticos del citado banco siguen afectados por averías, indisponibilidad de efectivo o fuera de servicio por falta de suministro eléctrico.
“A ver Banco Metropolitano S.A. ¿hasta cuándo va a ser la historia con los cajeros?... Creo que se les está yendo ‘un poquito’ de las manos la payasada electrónica esta”, se quejó la doctora cubana identificada en redes sociales como Liliana Montalvo Bécquer.
En una publicación de Facebook, la joven se dirigió a los directivos de la entidad para hacerles partícipes de la odisea que supuso para ella acceder a uno de sus terminales para efectuar una operación electrónica.
“Los de Línea y A los están ‘llenando’ ahora con dinero porque ‘no tienen’. El que queda en 23 y Montero (sí, porque son cuatro y solo uno sirve) está apagado. Y aquí estoy yo, en la cola de 23 y 8 (donde hay dos y solo funciona uno), rodeada de personas de la tercera edad”, relató.
Entre los comentarios provocados por la publicación, un usuario celebró como “la mejor definición” el calificativo de Montalvo Bécquer de “payasá electrónica” [sic] para describir las pretensiones de un banco que apenas consigue ofrecer un servicio ordinario eficaz, pero que no cesa de lanzar nuevos servicios electrónicos en un país que apenas cuenta con la infraestructura necesaria para abastecer a los cubanos de electricidad.
A finales de julio, un anuncio de BANMET encendió las redes sociales al invitar a sus clientes en pagar con tarjeta de débito o crédito en las bodegas cubanas, provocando una avalancha de comentarios críticos y burlas de los ciudadanos.
“No comeremos nunca porque, si hace falta la tarjeta magnética, sin luz no vamos a poder comprar nunca la comida”, señaló un usuario, aludiendo a los constantes y prolongados apagones que afectaron a la población durante los meses de verano.
Por las mismas fechas, la entidad informó en sus redes sociales que comenzaba a implementar en la capital el servicio de envío a domicilio de tarjetas magnéticas RED de cuentas de ahorro en CUP o USD.
Con el anuncio, la institución bancaria pretendió trasladar una imagen de modernización en medio de una crisis de disponibilidad de efectivo en su red de cajeros automáticos, que obligó a sus usuarios habaneros (muchos de ellos pensionistas) a permanecer más de 15 días sin servicio de extracción de dinero.
De acuerdo con el periódico oficialista Tribuna de La Habana, en La Habana existen unos 500 cajeros automáticos, pero a mediados de julio cerca de 100 no ofrecían servicio a la población, ya fuera por falta de billetes o por rotura.
Ante las malas condiciones técnicas y la escasez de cajeros automáticos, a inicios de 2022 BANMET decidió incrementar el servicio de caja extra e incorporar a la modalidad a farmacias y correos, permitiendo a sus clientes extraer hasta 1,000 pesos cubanos por día en determinados establecimientos comerciales.
Una disposición del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social en abril procuró que más pensionados cubanos pudieran cobrar su jubilación mediante tarjetas magnéticas, al mismo tiempo que incrementó el número de personas que reciben prestaciones monetarias de la Asistencia Social por esta vía.
“Perfeccionamiento de los medios de pago de los pensionados de la seguridad social. Se acordó migrar de la nómina electrónica a la tarjeta magnética, a la totalidad de pensionados que cobran en las Sucursales bancarias de BANMET y BANDEC y al 20% del BPA”, informó el ministerio.
Constatado el fiasco de estas iniciativas electrónicas de entidades bancarias estatales, gestionadas por un gobierno que apenas consigue generar y suministrar energía eléctrica de forma estable, la definición de “payasada electrónica” sintetiza el malestar de muchos usuarios.
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