Cuba asumió este jueves la presidencia pro tempore del Grupo 77 más China (G77 + China), que agrupa a 134 países en vías de desarrollo y subdesarrollados.
El gobernante cubano Miguel Díaz-Canel anunció en Twitter que el régimen asumió el cargo por periodo de un año, "con fuerte compromiso de trabajar por el desarrollo de naciones con las que compartimos una historia de abusos contra nuestros pueblos, pero también de objetivos y esperanzas comunes".
La Cancillería, por su parte, explicó en un comunicado que el G77 + China, es el grupo concertado más grande y diverso en el ámbito multilateral, con 134 Estados miembros.
Aclaró que es la primera vez que la isla presidirá la agrupación, cuyos miembros representan dos tercios de los integrantes del sistema de las Naciones Unidas y el 80 % de la población mundial.
Según el régimen cubano, bajo su presidencia el G77 planea impulsar "los objetivos de la Agenda 2030; fomentar la solidaridad y la cooperación internacionales en apoyo a la recuperación pospandemia de las naciones en desarrollo, así como convertir la cooperación sur-sur y triangular en un instrumento más eficaz", explicó el canciller Bruno Rodríguez Parrilla.
Agregó que en 2023 la representación cubana "promoverá el cumplimiento cabal de la responsabilidad de los países industrializados" e " incentivará el avance de las posiciones comunes entre los miembros, preservará y consolidará la unidad del grupo, y hará sentir su voz en los múltiples y relevantes procesos multilaterales".
También se comprometió a apoyar un "sistema de comercio multilateral basado en normas, transparente, no discriminatorio, abierto e inclusivo, y defenderá el acceso universal a la educación y a la salud de calidad".
La presidencia del G77 + China estuvo liderada el pasado año por Pakistán.
Históricamente estos mecanismos han servido al régimen para proyectarse internacionalmente con un discurso de justicia social que oculta las injusticias en la nación caribeña. Esta oportunidad surge en medio de una grave crisis política, económica y social marcada por el éxodo, el hambre, el descontento popular y un aumento de la violencia y la represión gubernamental en la mayor isla de las Antillas.
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