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La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) lamentó la presencia del gobernante cubano Miguel Díaz-Canel en la VII Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), que dio comienzo este martes en Buenos Aires, Argentina.
En un comunicado de este lunes, la entidad pidió a los gobiernos democráticos de la región que exijan el fin de la represión en Cuba, Nicaragua y Venezuela, al considerar que "son los tres gobiernos más represores de las libertades de prensa y expresión y del periodismo en las Américas".
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Además de Díaz-Canel, la SIP se pronunció en contra de la asistencia a la Cumbre de los cancilleres Denis Moncada, de Nicaragua y Gil Pinto, de Venezuela. Junto a Cuba, estos países ocupan los últimos tres puestos de 22 países en el Índice Chapultepec, un barómetro que mide el estado de las libertades de prensa y expresión en los países del hemisferio occidental.
La organización, dedicada a la defensa y promoción de la libertad de prensa y de expresión en las Américas, lamentó que representantes gubernamentales de esos países hayan sido invitados al encuentro.
"Si la invitación obedece a cumplir el objetivo de promover el diálogo y el acuerdo político en el continente, ello exigía un compromiso previo de cada integrante del foro regional de poner fin a la represión y a la violación sistemática de los derechos humanos", señaló la entidad que reúne a más de 1.300 medios de todo el continente.
Mientras, el presidente de la SIP, Michael Greenspon, se refirió a los gobiernos de estos tres países como exponentes de la represión “de las libertades de prensa y expresión y del periodismo” en la región.
“Lamentamos que estos dirigentes que violan los derechos humanos y descreen de la democracia hayan sido invitados por una organización que, entre sus objetivos, incluye la promoción de un diálogo respetuoso capaz de construir consenso sobre temas de interés común", afirmó.
En su opinión, el esquema de integración regional de la CELAC debería ser revisado bajo la óptica de la Carta Democrática Interamericana, que obliga a todos los países del continente a respetar las libertades de prensa y expresión. "Sin ese compromiso asumido, ningún gobierno puede ser considerado democrático", subrayó.
"La democracia se basa en el respeto al pluralismo, el control ciudadano sobre quienes gobiernan, la periodicidad de los mandatos, el equilibrio de poderes, el libre acceso a información pública y el respeto a los derechos humanos esenciales, entre los cuales la libertad de expresión es una pieza central", sostuvo por su parte Carlos Jornet, presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la SIP.
En ese sentido, se sumó al llamado a los gobiernos democráticos de la CELAC para que "pongan freno a la represión contra periodistas, dirigentes sociales y disidentes políticos" que ejercen La Habana, Managua y Caracas.
"Reiteramos nuestro reclamo a estos gobiernos para que liberen a decenas de presos de conciencia que fueron condenados en juicios sin derecho de defensa. También a que cese la persecución contra quienes se atreven a criticar las políticas públicas en esos países", añadió.
En las Conclusiones de la 78 Asamblea General de SIP realizada en octubre pasado en Madrid, la SIP fue contundente en el caso de Cuba.
"Es protagonista crítico de exilios y detenciones que lesionan gravemente la libertad de expresión. Un periodista y dos 'influencers' y cuatro ciudadanos están detenidos por críticas al gobierno en redes sociales. Tres periodistas independientes se exiliaron y a otros 20 se les 'ofertó' la opción de salir del país, con la amenaza de no regresar", afirmó la organización.
En su último informe semestral sobre libertad de prensa, la SIP volvió a referirse al clima de persecución contra el periodismo independiente en los tres países.
En el caso de Cuba, resaltó la permanencia del “andamiaje represivo contra la libertad de prensa, que involucra al sistema legal y de justicia, la represión policial, la propaganda por los medios estatales y el control de las telecomunicaciones”.
De igual forma, subrayó la existencia del tipo penal de ‘Propaganda enemiga de carácter continuado y resistencia’, motivo de condena que pesa sobre los periodistas independientes en Cuba, cuyo trabajo en los últimos tiempos está marcado por “la represión constante, el hundimiento progresivo de la economía y el mayor éxodo de la historia”.
El responsable de la “orden de combate” que puso a las fuerzas represivas del Estado cubano a perseguir, golpear, detener, enjuiciar y condenar a los manifestantes de las históricas protestas del 11J en Cuba, movidos en su gran mayoría por el deseo de recuperar su libertad de expresión, llegó a Buenos Aires este domingo.
Este lunes se reunió con empresarios argentinos para promover por enésima vez su desacreditada cartera de negocios en Cuba, un país que según la SIP "la epidemia que más le afecta es la represión".
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