La situación del servicio de ópticas en Villa Clara es crítica debido a la falta de insumos.
Un reportaje del portal independiente 14ymedio mostró la realidad de las personas con problemas de la vista en Santa Clara, donde las ópticas han quedado solo para reparar viejas armaduras.
Incluso aquellas pocas ocasiones en que surten cristales, el suministro es tan pequeño que solo alcanza para unos cuantos, quienes además tendrán que esperar varias semanas para recoger sus espejuelos.
"No basta tener la receta suministrada por un optometrista ni que, por fin, la óptica cuente con los cristales que necesita el paciente. El interesado tiene que llevar, además, una armadura", precisa el texto.
A la falta de materiales se suma el problema de los apagones. La electricidad es imprescindible para trabajar un material como el vidrio.
Según 14ymedio, antes los pacientes se desplazaban a municipios como Camajuaní, Remedios y Caibarién, donde las ópticas tenían menor demanda y a veces era más fácil resolver.
Un anciano de 72 años identificado como Ramiro relató que los recorrió todos, con la receta en la mano. La respuesta fue siempre la misma: "ni armaduras ni cristales".
Aquellos que tienen posibilidades suelen pedir ayuda a algún familiar en el extranjero o acudir a los privados.
Una entrevistada llamada Melisa, de Santa Clara, hizo una búsqueda en Internet y encontró una tienda particular que fabrica espejuelos graduados monofocales, bifocales y progresivos con la medida de la receta.
"Le entregaron sus espejuelos en siete días. En los precios, afirma, es mejor no pensar. El costo de los espejuelos 'normales' iba de 1,500 a 2,500; los progresivos, de 2,000 a 8,000", detalla el reportaje.
El servicio de ópticas en Villa Clara está prácticamente paralizado desde hace años.
En 2019, el ingeniero Jaime Urquía, a cargo de ese servicio en la provincia, explicaba a la emisora local CMHW que solo se estaba prestando el servicio con las armaduras que traían los pacientes, y solo cuando existieran las graduaciones requeridas.
"No contamos con armaduras para dar servicio a la población y tenemos una gran falta de bases monofocales, así como de bifocales y varias adiciones y progresivos", subrayó.
A la falta de recursos se sumaba el deterioro de los talleres del territorio: "Si en este instante llegaran recursos, poco se pudiera avanzar en los atrasos, puesto que el generador nuevamente se encuentra roto", precisó.
En 2020 la prensa oficialista abordó el desabastecimiento en las ópticas estatales, sin monturas ni lentes para espejuelos.
Según la Agencia Cubana de Noticias, en provincias como Guantánamo solo tenían "discretas cantidades" de cristales esfero-cilíndricos que se utilizan para la corrección refractiva de miopes y que son muy demandados a edades tempranas.
El taller de tallado de lentes sintéticas estaba paralizado por escasez de materia prima, por ese motivo estaban en falta los monofocales, que se usan para corregir el astigmatismo, la miopía o la hipermetropía.
Niurbis Lara, directora provincial de la Unidad Empresarial de Óptica y Auditivos, reveló que para paliar la escasez de bifocales entregaron a los usuarios un par de espejuelos para ver de cerca y de lejos.
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