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La actual zafra cubana ya arrastra un déficit de 95,000 toneladas de azúcar en el plan previsto para garantizar el consumo interno de ese alimento, según autoridades de esa industria en la isla.
Aunque el Grupo Empresarial Azcuba mantiene su compromiso de producir al menos 400,000 toneladas de azúcar para el consumo del país, ya se reporta un atraso de casi 100,000 mil toneladas en la actual campaña, apuntó este domingo en el diario oficialista Granma el ingeniero Ángel Luis Ríos Riquenes, director general de Encadenamiento Productivo en la referida entidad.
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Ríos Riquenes justificó el atrasó en el ínfimo plan previsto de producción de azúcar en Cuba con “problemas originados, entre otras cosas, por averías eléctricas y roturas de centrales”.
También, dijo, que les “ha faltado combustible y no se ha efectuado a tiempo la entrada de las piezas para medios de transporte y corte de caña, así como de gomas, baterías y otros recursos importantes del alistamiento de los centrales”.
Además, justificó la debacle de esa industria con “dificultades de financiamiento y con la vigencia de las medidas de ahogo económico del Gobierno de Estados Unidos”.
No obstante, aseguró que “como la zafra aún es joven” creen que sí van a garantizar “lo programado”, aunque apuestan con extender la zafra más allá de los meses previstos.
“Con el déficit productivo que tenemos hasta ahora, algunos centrales tienen marcado el fin de la zafra en abril. Otros, en el mes de mayo; y aquí está el mayor riesgo, que se nos pueda afectar por condiciones climatológicas”, explicó el directivo de Azcuba sobre la zafra que solo realizan 23 industrias del país.
Asimismo, comentó que los problemas que enfrentan “no solo se relacionan con dificultades financieras y de piezas. Al igual que otras ramas de la economía, la azucarera sufre el déficit de personal, por varias causas, fundamentalmente el envejecimiento de la fuerza laboral y el efecto de la migración”.
El directivo subrayó que el sector también está impactado por “la actual situación económica del país, marcada por la inflación. Por ejemplo, los problemas productivos de un central impiden que los trabajadores reciban salarios decorosos y muchos se van”.
Además, explicó que les “impacta negativamente la carencia de fuerza calificada, sobre todo de jefes intermedios, lo que ha provocado falta de disciplina y rigor” y que han estado afectados por incendios en cañaverales y robos de azúcar en las fábricas.
Sobre este último fenómeno detalló que se ha convertido en “una situación muy compleja”, que le resta tiempo a los directivos de los centrales.
Apuntó, además, que “los delincuentes han violado cercas y almacenes, han amenazado a los custodios y trabajadores de los centrales, así como a las familias de quienes se les oponen”.
Subrayó que los casos de robos más representativos se han dado en los centrales Mario Muñoz y Jesús Rabí, de Matanzas; Ignacio Agramonte y Panamá, de Camagüey; así como Urbano Noris, de Holguín.
En este sentido, aclaró que tiene “total respaldo de la Ley y de los agentes del orden, por lo que los hechos delictivos han disminuido” y que “el enfrentamiento será riguroso”.
Desde principios de este año directivos de esta industrian informaban del atraso en el plan previsto, ya que desde los primeros meses de la actual zafra ya se enfrentaban a numerosas “complejidades” como falta de financiamiento para la adquisición de recursos, retrasos en la llegada de la caña y la crisis energética, que habría afectado la reparación de roturas en los centrales.
La zafra de 2022 pasó a la historia de la industria azucarera cubana como la peor en toda su historia, con la producción de aproximadamente 474,000 toneladas del azúcar. Esa cifra es casi la mitad de la conseguida en 2021, que también marcó récord histórico.
Sin embargo, las autoridades cubanas se empeñaron en decir que con esa producción de 2022 se podía cubrir la cuota de azúcar correspondiente a la canasta familiar normada, aunque expertos han dicho que Cuba consume entre 600,000 y 700,000 toneladas de azúcar anualmente.
A la evidente falta de azúcar que ya hay en el país se suman, además, otras carencias de insumos esenciales como la elemental sal.
En la última semana, el ministro de Energía y Minas de Cuba, Vicente de la O Levy, informó que hay atrasos en la entrega de la cuota de sal para la población por problemas de transporte del producto.
"Tenemos más de nueve mil toneladas de sal en las salinas", dijo De la O Levy, quien aseguró que los almacenes están llenos, pero no hay como distribuirla por tener problemas con el mal estado técnico en las casillas de ferrocarril que trasladan el importante producto.
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