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El gobierno de Estados Unidos suspendió la visita oficial de funcionarios de las Tropas Guardafronteras de Cuba a la sede de la Guardia Costera (USCG) en Washington DC y decidió limitar el recorrido de la delegación a la zona portuaria de Carolina del Norte en medio de una controversia política liderada por congresistas cubanoamericanos.
Según dijeron fuentes de la administración de Joe Biden y asistentes congresionales a CiberCuba, el recorrido previsto de los representantes gubernamentales cubanos por las instalaciones centrales de la USCG fue cancelado a última hora del lunes.
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“Se ha suspendido el recorrido a la base de la Guardia Costera en Washington DC y se mantiene la visita prevista a la estación y la zona portuaria de Wilmington, Carolina del Norte”, confirmó una fuente gubernamental.
Un portavoz de la oficina de la congresista María Elvira Salazar, presidenta del Subcomité del Hemisferio Occidental de la Cámara de Representantes, ratificó que la administración Biden suspendió la visita de los miembros de Tropas Guardafronteras a instalaciones militares de Estados Unidos.
El Departamento de Estado declinó comentar de inmediato sobre el asunto y dijo que habría más información sobre la visita este jueves.
La delegación cubana, integrada por funcionarios del Ministerio del Interior (MININT), el Ministerio de Transporte y el Ministerio de Relaciones Exteriores (MINREX) arribó este miércoles a Estados Unidos para una visita de dos días.
No se han difundido detalles sobre el calendario de la visita ni los nombres de los integrantes de la delegación. La estancia de los funcionarios cubanos debe concluir este jueves.
Los sitios oficiales del gobierno cubano no han hecho mención a la visita ni a las reacciones que ha provocado en Estados Unidos.
El anuncio del viaje de la delegación oficial cubana desató fuertes críticas de legisladores republicanos desde la pasada semana, alertando sobre los peligros que implica para la seguridad nacional que agentes de un país patrocinador del terrorismo ingresen en sitio gubernamentales.
Los cuestionamientos fueron enviados por el senador Marcos Rubio en una carta al presidente Biden, y por los representantes María Elvira Salazar, Carlos Giménez y Mario Díaz- Balart en una misiva al secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas.
Pero el Departamento de Estado defendió el viaje de los representantes cubanos y afirmó que las visitas recíprocas a los puertos, incluyendo la discusión y el intercambio de las mejores prácticas de seguridad portuaria, refuerzan la seguridad marítima de Estados Unidos.
“Nos alegramos grandemente de que la administración del presidente Biden acaba de suspender esa visita que iba a tener la Guardia Costera de Cuba [Tropas Guardafronteras] a una de las bases más importantes de la Guardia Costera de Estados Unidos en el estado de Virginia”, dijo la congresista Salazar en un video enviado por su oficina y difundido en redes sociales.
La legisladora reprobó que la USCG planeaba abrir sus puertas a los funcionarios cubanos para que vieran sus operaciones, sus instalaciones y el despliegue tecnológico de Estados Unidos.
“Lo que tenemos que hacer ahora es suspender esas visitas para siempre”, afirmó Salazar.
La administración Biden recordó previamente que estas visitas de coordinación no son una novedad, ni representan un cambio en la política de Estados Unidos hacia Cuba.
“La Guardia Costera de Estados Unidos (USCG) y las Tropas Guardafronteras de Cuba mantienen desde hace décadas una relación de colaboración centrada ante todo en la seguridad marítima”, dijo un portavoz del Departamento de Estado, que mencionó el antecedente de reuniones similares durante las administraciones de Barack Obama y Donald Trump, entre 2016 y 2019.
El pasado enero también se celebró en La Habana una reunión de alto nivel entre Estados Unidos y Cuba para tratar asuntos de interés bilateral sobre aplicación de la ley.
La visita de la delegación cubana está rodeada de algunas señales de que Washington pudiera flexibilizar su política hacia el régimen de Miguel Díaz-Canel, sacando a Cuba de la lista de naciones patrocinadoras del terrorismo. A cambio, el gobierno cubano pudiera liberar numerosos presos políticos, entre ellos decenas de ciudadanos condenados por participar en las protestas masivas del 11 de julio de 2021, algo que forma parte de una gestión de la Iglesia Católica.
Pero esta semana volvieron a aflorar tensiones bilaterales, cuando el MINREX convocó al jefe de la embajada estadounidense en La Habana, Benjamin Ziff, para presentarle una queja diplomática por el reciente otorgamiento de asilo político al piloto cubano Rubén Martínez Machado, quien llegó a Florida en una avioneta estatal el pasado octubre.
El gobierno cubano dijo que la protección concedida a Martínez Machado valida un acto de piratería aérea y viola la legislación nacional cubana, el Derecho Internacional y los compromisos suscritos por Washington.
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