Una cubana pidió ayuda urgente para conseguir un marcapasos de tres cables para su esposo, que depende de ese dispositivo para poder seguir viviendo.
"Seguimos sin esperanzas de que entren en el hospital los marcapasos de tres cables y de eso le depende la vida, porque ningún medicamento le asienta para su problema", escribió en Facebook Daniela Regla García Tomás, quien suplicó ayuda.
"Por favor, le pido ayuda a cualquier persona que pueda resolver este aparato. Por favor, si no estuviéramos desesperados no escribiera por aquí. El hospital está haciendo todo lo posible para que él esté bien pero se les va de las manos", concluyó García Tomás, quien agradeció de antemano a quienes puedan ayudar.
El marcapasos de tres cables, también conocido como "tricameral o resincronizador" se caracteriza por estimular la aurícula y ambos ventrículos (derecho e izquierdo) de forma sincronizada, permitiendo de esa manera mejorar el rendimiento cardíaco.
Los resincronizadores están indicados en pacientes que presentan insuficiencia cardíaca de moderada a grave y trastornos de conducción.
El implante y control o seguimiento posterior es igual que el que se efectúa con los marcapasos convencionales. La diferencia principal está en el número de cables utilizados, que en ese caso es de tres.
La agonía de los marcapasos en Cuba
Un marcapasos es un dispositivo electrónico diseñado para producir impulsos eléctricos con el objetivo de estimular el corazón cuando falla el ritmo cardíaco normal. Se convierten en dispositivos de primera necesidad para pacientes con cardiopatías, necesitados de que se les estimule el ritmo del corazón.
En las últimas semanas han sido varias y conmovedoras las peticiones difundidas en redes sociales de cubanos desesperados por obtener un marcapasos para algún familiar porque escasean en los hospitales de todo el país.
Las más reciente de esas súplicas de ayuda fue en favor de un joven cienfueguero de 22 años quien necesita con urgencia un marcapasos, pues al suyo le queda menos de un mes de batería y el sistema de salud pública cubano carece del aparato que él requiere.
Si bien se ha vuelto habitual que en los últimos años la prolongada falta de medicamentos y otros insumos sanitarios fuerce a los cubanos a pedir ayuda a través de internet, lo cierto es que un marcapasos es un dispositivo singular y caro, que dificulta que sea de tan fácil obtención como otros recursos médicos.
No obstante, en los últimos meses la solidaridad ha hecho que algunos pacientes hayan logrado conseguirlo a través de peticiones difundidas en redes sociales.
En enero pasado, una cubana residente en Cárdenas pidió un marcapasos para su mamá de 78 años, y alertó que solo tenía tres meses para conseguirlo.
A finales de marzo, una joven cubana pidió ayuda en redes sociales para conseguir un marcapasos para su madre de 53 años, que llevaba más de veinte ingresada en el Instituto Cardiovascular de La Habana, internada en la sala de terapia a la espera del dispositivo.
Una semana después de publicado su texto, la joven anunció que su madre había recibido dos donaciones de marcapasos, uno de los cuales le sirvió.
Por las mismas fechas, otro joven de 24 años pedía ayuda para conseguir uno mientras permanecía ingresado en el Instituto de Cardiología y Cirugía Cardiovascular de La Habana. Al igual que el caso anterior, a la semana de publicada su petición en redes sociales, recibió el que necesitaba gracias a un gesto solidario.
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