En medio de la crisis de combustible que vive Cuba, las calles de muchas ciudades del país muestran una imagen apocalíptica y que recuerdan aquellos días de la pandemia del coronavirus y era obligatorio permanecer en casa.
CiberCuba recibió en las últimas horas varias fotos y comentarios de lectores, que desde distintos sitios del país dan cuenta de la desoladora situación.
"En las calles no hay ni un carro", lamentó una persona, que no quiso ser identificada.
El usuario de Facebook, Jorge del Río, compartió en esa red social varias imágenes, que fueron tomadas en la céntrica calle 23, del Vedado habanero y el Paseo del Prado.
"Lo que nunca logró el coronavirus", expresó el internauta.
Edificios emblemáticos de La Habana, como el Capitolio o los hoteles Packard y la Torre de K (en construcción), transmiten una sensación de vacío, en una ciudad que siempre se ha caracterizado por el constante movimiento de personas y vehículos.
Las consecuencias de la actual crisis de combustible las pagan los ciudadanos, que deben abonar más por moverse en los pocos vehículos que circulan por las calles y carreteras.
"Las paradas reviven la aglomeración y el precio de los pasajes de los transportistas privados crece de manera arbitraria y descontrolada", alertó en su cuenta de Twitter el medio independiente elTOQUE.
La otra cara de la moneda son las enormes colas para comprar gasolina o diésel, siempre que haya, frente a los establecimientos controlados por el Estado, que comercializa el combustible de manera racionada.
Una persona envió a esta redacción un video de pocos segundos en el que se observa una enorme fila, en Pinar del Río, con decenas de carros y choferes a la espera del momento en que puedan adquirir el producto.
Esa escena se ha multiplicado a lo largo y ancho del país, donde lo choferes permanecen hasta días esperando el momento en que puedan abastecerse del combustible que necesitan.
La crisis no se resolverá hasta mayo, según los pronósticos del gobierno cubano, y por eso entre las decisiones que adoptó la dirección del país estuvo la de suspender el desfile del Primero de Mayo.
Asimismo, varias universidades suspendieron sus clases presenciales y las sustituyeron por encuentros telemáticos, aunque la medida fue criticada por el precio que tiene la conexión en Cuba y la mala calidad del servicio.
"Dada la situación actual que presenta la disponibilidad de combustible, se hace necesario en la semana del 24 al 28 de abril que reinicia el curso escolar 2023 después del receso docente, se trabaje de forma online", dijeron a través de un comunicado.
La Orquesta Sinfónica Nacional de Cuba tenía programado un concierto para el domingo en La Habana, pero se suspendió por la escasez de combustible.
En este contexto de racionamiento y escasez, se han dado tristes escenas de peleas en las colas para comprar combustible, de choferes alterados y en un estado de inseguridad propiciado por el propio gobierno, que es incapaz de dar respuesta a la demanda.
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