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El Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB) en su filial de Sancti Spíritus confirmó el robo de varios conejos de sus instalaciones, pero negó que estos tuvieran tuberculosis.
La institución compartió una nota oficial en la que desmiente las versiones que circulan en las redes sociales, que apuntan a que los animales sustraídos estaban siendo utilizados en un ensayo clínico contra la tuberculosis y se les había inoculado el virus.
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De acuerdo con la nota publicada en su Facebook, los conejos pertenecían al área del bioterio de la Universidad de Ciencias Médicas de Sancti Spíritus, y estaban en explotación por el CIGB.
"Los once conejos sustraídos de dicha área como resultado de hechos delictivos de robo con fuerza consumado el 8 mayo de 2023 eran animales de laboratorio utilizados en experimentos de rutinas de inmunización con antígenos de interés biotecnológicos para la obtención anticuerpos policlonales", precisa.
Un bioterio es un lugar destinado a la cría y control de los animales de laboratorio utilizados como reactivos biológicos en protocolos experimentales.
El periódico Escambray precisó que el área del bioterio del CIGB de Sancti Spíritus se encuentra en la Universidad de Ciencias Médicas, por lo que muchos internautas creyeron que los conejos eran del centro de estudios.
También señaló que el Ministerio del Interior investiga las causas y condiciones que posibilitaron el robo.
Según reveló en Facebook el perfil denominado "La Página de Mauro Torres 2.0", vinculado con la Policía, los rumores en Internet apuntaban inicialmente a un robo de conejos infectados en un laboratorio de Villa Clara.
"Hemos conocido desde la dirección de la Universidad Médica de Villa Clara que los laboratorios de la Unidad de Toxicología Experimental (UTEX) no han sido objetivo de ningún robo de conejos ni de ningún animal", subrayó.
"Además, la UTEX no se encuentra diseñada para trabajar con agentes infecciosos que requieren un nivel de bioseguridad como el mencionado, y no existen conejos desde los años 80", añadió.
En medio del incremento de delitos en Cuba, con mucha frecuencia se denuncian robos de animales, aunque generalmente ejemplares de granjas y campesinos destinados a la producción de alimentos.
En Pinar del Río, los ladrones y matarifes de ganado mayor se roban incluso las yuntas de bueyes que se utilizan para la siembra de tabaco.
Mario Jesús Gómez Marrero, subdelegado para atender la ganadería del Ministerio de la Agricultura en esa provincia, informó que al cierre del primer trimestre de 2023 ya acumulaban 2,872 pérdidas, unas 2,183 más que en igual periodo del año anterior.
Según Denis Sixto Rodríguez, director general de la Finca Corralito, de la Empresa Pecuaria Genética Camilo Cienfuegos del territorio pinareño, el incremento de matarifes en las zonas rurales deja a los campesinos sin poder pegar ojo, despiertos velando a los animales toda la noche y a expensas de ser ellos mismo víctimas de los ladrones.
A finales de abril, en La Habana, le arrebataron una pierna de puerco a un hombre que iba caminando por la calle.
El insólito suceso fue denunciado por Yanelys Rojas, miembro del grupo de Facebook "MADRES CUBANAS POR UN MUNDO MEJOR", quien señaló que ocurrió en un parque, en la esquina de su casa.
Más de 200 personas comentaron en la publicación, indignadas ante la degradación moral a la que se ha llegado en Cuba, al punto de que hay gente que es capaz de arrebatar alimentos de las manos de sus dueños.
"Ya no arrebatan cadenas y celulares, ahora carne. Señor, qué será de nosotros los cubanos", dijo una madre.
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